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Nueve muertos en un ataque de las FARC contra la Marina colombiana

Reuters

Nueve militares colombianos murieron el lunes en un ataque de las FARC contra una patrulla de la Infantería de Marina en una zona selvática del sur de Colombia, en una operación para impedir actos de sabotaje de la guerrilla durante las elecciones presidenciales, informó la Armada.

El ataque, a seis días de los comicios presidenciales, se produjo cuando los militares avanzaban por la selva con la intención de sitiar un campamento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) cerca del municipio de Solano, en el departamento del Caquetá.

"Los hechos se presentaron cuando las tropas ingresaron a un área campamentaria del grupo narcoterrorista FARC, con el fin de ubicar una caleta de explosivos y material de guerra que iba a ser utilizado en atentados terroristas durante la jornada electoral del domingo", dijo en una rueda de prensa el comandante de la Fuerza Naval del Sur, el general Rafael Colón.

La guerrilla suele intensificar sus ataques antes y durante las elecciones, como parte de una estrategia que según los analistas pretende demostrar su poder militar y ganar protagonismo ante la opinión pública nacional e internacional en caso de conversaciones de paz.

En el ataque resultaron heridos dos militares y otro más desapareció.

Los explosivos y las armas que escondían los rebeldes en el campamento iban a utilizarse para realizar ataques en poblaciones del sur de Colombia y alterar la celebración de las elecciones del próximo domingo, en las que se elegirá al sucesor del presidente Álvaro Uribe.

ATAQUE EN UNA ZONA ESTRATÉGICA

La región en la que se produjo el ataque es una de las zonas del país donde las izquierdistas FARC siguen teniendo una presencia importante y en la que han resistido la ofensiva militar ordenada por Uribe desde que asumió el poder en 2002.

En la ofensiva, apoyada por Estados Unidos, han muerto importantes comandantes de la guerrilla como Raúl Reyes, Tomás Medina Caracas y Martín Caballero, mientras que miles de combatientes han desertado, debilitando la capacidad militar del grupo rebelde.

Las FARC, consideradas por Estados Unidos y la Unión Europea como una organización terrorista, han pasado de tener unos 17.000 combatientes en 2002 a unos 9.000 en la actualidad, según fuentes de seguridad.

La ofensiva militar liderada por Uribe ha reducido los asesinatos, las masacres, los secuestros, los asaltos a pueblos y los ataques contra la infraestructura económica del país, lo que a su vez ha permitido aumentar la inversión extranjera y mejorar el rendimiento económico.

Sin embargo, los rebeldes aún tienen una fuerte presencia en zonas montañosas y selváticas claves para la producción y el tráfico de cocaína, su principal fuente de financiación, según el Gobierno.

La región en la que se produjo el ataque y donde aún prosiguen los combates está considerada como clave para el narcotráfico y un punto estratégico de las FARC.

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