La Audiencia Nacional lanzó ayer un jarro de agua fría sobre la teoría de la conspiración alimentada por determinados altavoces de la derecha tras los atentados del 11-M. 'No se puede practicar siempre la misma prueba hasta (...) que por fin satisfaga los intereses de alguna de las partes personadas', argumentó el juez Eloy Velasco para rechazar que se reabra la investigación de la masacre perpetrada en Madrid en marzo de 2004 y que costó la vida a 191 personas.

Los responsables fueron juzgados y condenados por la Audiencia Nacional en 2007. Sin embargo, algunas víctimas denuncian que aún se desconoce 'qué pasó', como se preguntaba aún ayer la presidenta de la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M al conocer el auto del juez. Velasco deniega la petición formulada a título personal por el ex vicepresidente de la AVT Gabriel Moris, cuyo hijo murió en el atentado.

El auto de la Audiencia ataja el segundo intento de reabrir la causa

Moris pedía a la Audiencia que reabriera el sumario y realizara nuevas investigaciones para corregir la supuesta ocultación de algunas evidencias muestras de tierra extraídas de los cráteres provocados por las explosiones que, según él, fueron escamoteadas al tribunal que juzgó los hechos.

El magistrado explica ahora para justificar su negativa que esta reclamación es 'extemporánea y redundante'. Según afirma, la petición 'no supone el análisis de ningún extremo novedoso en la causa sino la valoración aislada' de una prueba practicada.

Velasco recuerda que la causa ya ha sido juzgada y que ha finalizado su investigación 'por mucha que sea la insatisfacción e impotencia que el resultado aislado de alguna diligencia probatoria suscite en alguna de las partes'. De esta manera, Velasco explica que en un proceso 'no se puede practicar cualquier prueba en cualquier orden y en cualquier momento' y califica la petición de 'improcedente'.

El magistrado cree «extemporánea y redundante» la solicitud

No es la primera vez que la Audiencia Nacional rechaza practicar nuevas diligencias en relación con el 11-M. El pasado 26 de noviembre ya denegó, por 'inútiles' e 'impertinentes', una batería de actuaciones solicitadas por la AVT entre las que se incluía realizar varios simulacros del atentado en un vagón de cercanías utilizando diferente material detonante. Las dudas sobre el explosivo empleado el 11-M es la piedra angular de la teoría de la conspiración.