Este artículo se publicó hace 16 años.
Nuevos enfrentamientos entre manifestantes y policía por la crisis de la basura en Nápoles
La decisión de las autoridades italianas de reabrir un vertedero cerca de la ciudad de Nápoles (suroeste) para hacer frente a la crisis generada por toneladas de basura sin recoger provocó anoche nuevos enfrentamientos entre manifestantes y la Policía.
Varios heridos y un detenido fue el resultado de horas de enfrentamientos, durante los que cuales se prendió fuego a dos autobuses y fueron atacados a pedradas los agentes que cargaron para impedir las protestas.
La situación hoy está en calma aunque cargada de tensión, ya que los manifestantes mantienen algunas calles cortadas, en especial las que llevan hacia el vertedero, informaron medios locales.
El motivo de las protestas es el vertedero de Pisani, cerca del barrio napolitano de Pianura, que después de 40 años de servicio cerró en 1996, pero que las autoridades han decidido reabrir para hacer frente a la emergencia provocada por la acumulación de basuras, en la provincia de Nápoles y toda la región de Campania.
El problema de las basuras en Campania no es nuevo y se repite desde hace más de 13 años, debido a la falta de vertederos y plantas de tratamiento de residuos.
En las calles de Nápoles hay unas 5.200 las toneladas de basura acumuladas y en toda la región de la Camapania pueden llegar a 110.000 toneladas, según medios locales
Después de una semana de tensión y algunos enfrentamientos con la Policía, las fuerzas del orden recibieron ayer por la tarde la orden de retirarse de las inmediaciones del vertedero de Pisani, lo que fue celebrado por los vecinos con gritos de "victoria, victoria".
Pero poco después, el comisario nombrado por el Ejecutivo para hacer frente a la emergencia, Umberto Cimmino, confirmó que ese vertedero es el lugar elegido para hacer frente a la crisis.
Tras el anuncio volvieron a producirse protestas y enfrentamientos con la policía, que cargó para dispensar a los concentrados.
El barrio de Painura quedó aislado por los bloqueos de calles con contenedores de la basura y vehículos, y además algunos grupos quemaron dos autobuses públicos y se hicieron con una pala mecánica con la que intentaron derribar un muro.
Aunque la mayor parte de los manifestantes son pacíficos existen grupos violentos que se han infiltrado en las protestas y que, según denunció está semana el ministro de Justicia, Clemente Mastella, están movidos por intereses de la Camorra, la mafia local.
El Gobierno italiano señaló ayer que trabaja para encontrar una solución que afronte "de manera radical el problema de la emergencia de los desechos, de una vez por todas", señaló su portavoz, Silvio Sircana.
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