En los últimos meses, Luis Suárez (Uruguay, 1987) es un futbolista insuperable. Sus constantes exhibiciones con el Liverpool son la envidia del mundo entero como constata Ismael Urzáiz, que fue compañero suyo en el Ajax de Amsterdam la temporada 2007-08. 'Trabajo de agente de futbolistas y, sin ninguna duda, lo que más demandan los clubes son delanteros centros. El gol se cotiza mucho y la prueba es que ahora, tal y como están las cosas, los grandes esfuerzos sólo se hacen por los goleadores. Y es lógico, porque los partidos se siguen ganando con goles'.

Sin embargo, la contradicción es cómo el Real Madrid dejó escapar este verano a Luis Suárez, cuya cláusula de 40 millones no se parecía a los 75 de ahora. 'Son cosas que pasan en el fútbol, pero es evidente que si Luis no fue entonces al Madrid ya es muy difícil que pueda ir', señala Urzáiz. 'Tiene 27 años y acaba de firmar un contrato impresionante con el Liverpool hasta 2018 y ya no creo que se mueva. Pero está claro que si se compara su estilo con el del Madrid vemos que es el mismo. No cuesta nada imaginarle jugando en el Madrid. Otra cosa es si hablamos del Barcelona, que tiene otra forma de jugar, entre otras cosas porque más o menos Messi juega en esa posición'.

La realidad es que el Madrid sigue desconfiando de Benzema y el Barça no tiene un 'nueve' definido, como lo tuvo en la época de Eto'o, Ibrahimovich o Villa y que resolvía partidos difíciles. Mientras tanto, Luis Suárez, un futbolista que habla castellano, juega en la Premier League, donde suma 22 goles en 16 partidos, nueve más que, por ejemplo, Agüero en ese imperio que es el Manchester City. Pero, sobre todo, Suárez muestra una sensación de superioridad tan total sobre los demás que hace preguntarse si actualmente hay un delantero centro mejor que él en el mundo. No en vano es el máximo goleador de las grandes ligas europeas y encabeza la carrera por la Bota de Oro. Le siguen Cristiano (con 20 goles) y Diego Costa (con 19).

Iván Campo, que jugó durante cinco temporadas (2003-08) en la Premier League, acepta esta pregunta y admite que 'probablemente no, ahora mismo no. Ha conseguido ese status. Junto a Ibrahimovich, me cuesta ver a algún ariete mejor que ellos'. Luis Suárez dispara claramente al inolvidable récord de Alan Shearer (34 goles la temporada 1994-95) y ha logrado una química con el Liverpool que se expresa a través de su hija Delfina. 'Me emociono cuando veo a la niña cantar el himno del club'. Iván Campo, que fue una personalidad en el Bolton, lo entiende: 'Luis no está en cualquier equipo, está en un equipo que ha ganado seis Copas de Europa. Por lo tanto, ¿quién dice que este verano cuando el Madrid quiso ficharle fuese él el que no se quiso mover? Yo he vivido la Premier League y puedo asegurar que la atmósfera con la que allí se vive el fútbol no se parece a la de ninguna otra parte'.

Iván Campo es un hombre que conoce de sobra ambos campeonatos, la Liga y la Premier League. Antes de marchar al Bolton inglés en 2003, jugó en Valladolid, Valencia, Real Madrid o Mallorca, lo que le permite hablar con causa. 'Estoy absolutamente convencido de que el fútbol inglés es más difícil que el español para un delantero. Sin ninguna duda. Allí, el balón va de un lado para otro continuamente, hay mucho más físico y los árbitros permiten unos contactos que en España no se pueden ni imaginar'.

Por eso Iván no quiere ni pensar lo que los 22 goles en 16 partidos de Luis Suárez en Inglaterra significarían en nuestra Liga. 'Pero serían más, seguro. ¿Qué podría hacer Luis Suárez si tuviera a un Isco, a un Iniesta, a un Di María, a un hombre que le diese quince pases de gol al año? ¿A quién no le apetece que le pase el balón un superclase? Eso es algo que ahora mismo Luis Suárez no tiene en el Liverpool y, sin embargo, ahí están sus números. Si se piensa fríamente, son espectaculares y coincide con una época para él, con 27 años recién cumplidos, muy, muy buena'.

Ismel Urzáiz (que, antes de coincidir con Suárez en el Ajax, jugó en el Atlhetic o el Espanyol) se reafirma en lo que vio en Ámsterdam. 'Se veía, claro que se veía que Luis Suárez iba a ser una estrella por cómo jugaba y por como era. Siempre recordaré la facilidad con la que aprendió el holandés, entendía todo lo que le decían y mira que era un idioma difícil. Pero él tenía 20 años y ese temperamento, esa sangre caliente que sí es verdad que me hacía pararle muchas veces, decirle, 'chico, relájate'. Aunque a veces también pienso que, si Luis Suárez ha logrado muchas cosas de las que ha conseguido, ha sido gracias a ese temperamento que le hace dejarse el alma en cada balón'.