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Obama dice que tratará de conservar su BlackBerry

Reuters

El presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama, dijo el miércoles que luchará hasta el final... no por su plan económico, sino por no perder su teléfono BlackBerry.

"Me lo van a quitar de las manos", dijo a la cadena CBNC acerca de su teléfono BlackBerry, un móvil producido por Research In Motion que puede enviar correos electrónico y que se ha convertido en un accesorio esencial para quienes pasan viajando de un lado a otro.

Obama, de 47 años, es seguido por un estricto operativo de seguridad, viaja en una caravana de vehículos fuertemente vigilada y ha descubierto que no puede cruzar la calle sin armar un escándalo, lo que hace que se empiece a sentir algo ahogado.

El presidente electo intenta evitar lo que le ocurrió al presidente George W. Bush, quien abandonó el correo electrónico cuando asumió su cargo en 2001 porque sus abogados determinaron que podrían ser preservados para la posteridad como documentos presidenciales.

También está la preocupación de que las comunicaciones electrónicas presidenciales puedan ser saboteadas por vándalos o gente con malos propósitos.

Obama describió en detalle su frustración de estar atrapado en la burbuja de la Casa Blanca, y citó como ejemplo sus vacaciones en Hawái, donde dijo que no pudo practicar el body-surf.

El futuro mandatario agregó que su esposa, Michelle, se sorprendió del alboroto causado por las fotografías que le mostraron en la playa con el torso desnudo.

"Fue tonto, pero se sabe que la tontería viene con este trabajo", explicó.

Obama dijo que mantenerse comunicado por correo electrónico es una forma de seguir en contacto con la gente común.

"Tengo que intentar cualquier ocasión de hacerlo, maneras que no estén definidas, que no estén controladas, modos en que, sabes, la gente no solo te esté alabando o levantándose cuando entras en la habitación, modos de tener los pies en la tierra", explicó.

Después de todo, el ex presidente Harry Truman alguna vez se refirió a la Casa Blanca como la "gran prisión blanca".

Por el momento, Obama se aferra a su BlackBerry.

"Es una preocupación y debería agregar, no sólo del servicio secreto, si no que de los abogados. Esta ciudad está llena de ellos. No sé si se habían percatado", ironizó.

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