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Obama empieza a abordar su agenda tras un día histórico

Reuters

Por Caren Bohan

Después de toda la pompa que rodeó su histórica toma de posesión, Barack Obama se centra el miércoles en sus objetivos de rescatar la economía, marcar un nuevo curso para las guerras en Irak y Afganistán, y forjar su estrategia ante el conflicto de Oriente Próximo.

Obama se ha comprometido a actuar de forma rápida y audaz para lidiar con la peor crisis económica desde la Gran Depresión. También ha pedido paciencia a los estadounidenses a la hora de luchar contra unos desafíos, tanto internacionales como locales, que llevará tiempo resolver.

Horas después de asumir la presidencia, ordenó a los fiscales militares en los tribunales de guerra de Guantánamo que soliciten una suspensión de todos los casos pendientes durante 120 días.

Pero antes de sumergirse en sus tareas, la pareja presidencial y vicepresidencial acudió como es tradicional a la misa en la Catedral Nacional de Washington.

"Ahora el Gobierno vuelve al trabajo. Este es su primer día y (...) les hemos dado mucho que hacer", dijo el reverendo Samuel Llyod, provocando las risas de los asistentes.

Con los mercados financieros tambaleándose y el número de parados creciendo, se reunirá con sus asesores económicos, que están trabajando con el Congreso encabezado por los demócratas en un paquete de estímulo fiscal de 825.000 millones de dólares.

Obama también busca nuevas estrategias para reparar el dañado sistema financiero y está estudiando una serie de ideas, entre ellas la creación de un banco controlado por el Gobierno que compraría los activos tóxicos de los debilitados bancos estadounidenses.

El objetivo sería reactivar el flujo de crédito a la economía para que las empresas y los consumidores puedan tener acceso a préstamos.

POLÍTICA EXTERIOR

El requerimiento sobre Guantánamo detendrá los procedimientos en 21 casos pendientes, incluyendo uno que podría determinar la pena de muerte contra cinco prisioneros acusados de conspirar en los atentados del 11-S en Estados Unidos.

Obama se ha comprometido a cerrar el campo de prisioneros en la base naval estadounidense en la bahía de Guantánamo, Cuba, que está considerado como una mancha en el historial de derechos humanos del país.

Irak y Afganistán dominarán la agenda de política exterior, pero Obama también ha dicho que asumirá un papel activo en intentar resolver el conflicto entre Israel y los palestinos.

El presidente podría moverse rápido para nombrar un enviado a Oriente Próximo y uno de los nombres que suenan fuerte para ocupar el puesto es el de George Mitchell, un ex senador estadounidense y veterano mediador internacional.

Además de la reunión económica, también se reunirá con altos cargos militares para discutir la situación en Irak y Afganistán.

El flamante presidente ha dicho que está a favor de un calendario de 16 meses para la retirada de las tropas estadounidenses de Irak y responsables estadounidenses dijeron que en el encuentro tratará sobre la posibilidad de acelerar la salida.

Obama también revisará los planes para reforzar los niveles de las tropas en Afganistán cuando se reúna con una delegación del Pentágono encabezada por el secretario de Defensa, Robert Gates, y el almirante de la Marina Mike Mullen, jefe del Estado Mayor Conjunto.

El general David Petraeus, el ex comandante en Irak a quien se atribuye haber sacado al país del borde de la guerra civil, tenía previsto asistir a la reunión del miércoles tras volar desde Afganistán.

Se prevé que el Senado vote el miércoles la confirmación de Hillary Clinton como secretaria de Estado del nuevo Gobierno.

Pero por ahora, Obama empezará a trabajar sin un secretario del Tesoro. Su candidato para el puesto, Tim Geithner, se enfrentará a las preguntas de un comité del Senado respecto a una ocasión en que no pagó algunos de sus impuestos.

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