El presidente de EE.UU, Barack Obama, firmó una ley que aumenta a 7.500 millones de dólares la asistencia a Pakistán en los próximos cinco años y que ha causado polémica en el país asiático al considerarla una injerencia en sus asuntos internos.

Según anunció la Casa Blanca, Obama firmó la Ley de Alianza Perfeccionada con Pakistán 2009, también conocida como Kerry-LugarBergman, antes de partir hacia Nueva Orleans para supervisar las tareas de reconstrucción.

Este parece ser uno de los parches del recientemente galardonado con el premio Nobel de la Paz para un país que está siendo arrasado por una ola de violencia durante las últimas semanas. La firma de la ley se produce apenas unas horas después de una serie de atentados contra la Policía paquistaní, en los que han muerto al menos 40 personas.

La sociedad pakistaní teme que la nueva ley represente una injerencia en sus asuntos internos

La nueva ley, según un comunicado de la Casa Blanca, 'formaliza una alianza basada en un compromiso común para mejorar las condiciones de vida del pueblo paquistaní a través de un desarrollo económico sostenido, el fortalecimiento de la democracia y el Estado de Derecho, y para combatir el extremismo que amenaza tanto a Pakistán como EE.UU.'.

La medida prevé el desembolso de 1.500 millones de dólares anuales que se destinarán a programas económicos y sociales en Pakistán, para incentivar a ese país en la lucha contra la red terrorista Al Qaeda y el movimiento talibán.

En Pakistán, parte de la opinión pública y de las Fuerzas Armadas del país temen que la nueva ley represente una injerencia en sus asuntos internos.

El ministro paquistaní de Asuntos Exteriores, Shah Mehmood Qureshi, se trasladó a Washington el pasado martes para transmitir esas preocupaciones.

Dos de los autores de la ley, el senador John Kerry, y el congresista Howard Berman entregaron un documento a Qureishi en el que le aseguraron que la medida no pone en peligro la soberanía paquistaní ni impone condiciones para el desembolso de la asistencia.