El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha invitado al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y al presidente palestino, Mahmud Abas, a la Casa Blanca para mantener encuentros por separado con ambos líderes, dijeron el miércoles responsables de la Casa Blanca.

Las reuniones con Obama serán las primeras de este tipo desde que el mes pasado comenzaron las negociaciones indirectas de paz, con el enviado especial del mandatario estadounidense, George Mitchell, mediando entre las partes.

Sin embargo, algunos comentaristas israelíes han descrito la invitación sorpresa a Netanyahu como un intento por parte de Obama de contrarrestar las críticas estadounidenses a lo que se considera su indiferencia hacia el líder judío tras una disputa pública sobre asentamientos.

Obama ha puesto sobre aviso tanto a Israel como a los palestinos de que se les considerará responsables si cualquiera de las partes adopta medidas que socaven las llamadas "discusiones de proximidad" en las que Mitchell está mediando.

Obama utilizará sus reuniones con Netanyahu y Abas para dar un impulso a estas negociaciones. "Ambas reuniones pretenden ayudar a hacer que avance el proceso", dijo un portavoz de la Casa Blanca en Washington, Tommy Vietor.

El jefe de gabinete de la Casa Blanca, Rahm Emanuel, entregó la invitación en persona a Netanyahu el miércoles en Jerusalén, mientras se encontraba en una visita familiar a Israel.

Obama recibirá el martes a Netanyahu después de que el líder israelí complete una visita a Francia, donde asistirá a una ceremonia donde se le dará la bienvenida a su país a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, y a Canadá.

"(El presidente Obama) me pidió que le extendiera una invitación para que lo visite en la Casa Blanca a una reunión de trabajo para discutir nuestros intereses comunes de seguridad y nuestra estrecha cooperación en buscar la paz entre Israel y sus vecinos", dijo Emanuel a Netanyahu.

Al mencionar los intereses comunes de seguridad al anunciar la visita de Netanyahu, Emanuel pareció estar refiriéndose al deseo compartido de Estados Unidos e Israel de poner freno a las ambiciones nucleares de Irán.