Este artículo se publicó hace 14 años.
Obama releva a McChrystal como jefe militar en Afganistán
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, relevó el miércoles al general Stanley McChrystal, quien estaba a cargo de las fuerzas de su país y de la OTAN en Afganistán, tras unas polémicas declaraciones que enfurecieron a la Casa Blanca y amenazaron con socavar la campaña militar.
Al explicar que era "lo correcto para nuestra misión en Afganistán", Obama anunció que relevaba a McChrystal y lo reemplazaba por su superior, el general David Petraeus, jefe del Mando Central estadounidense, en un intento por mostrar que su estrategia no se va a ver interrumpida.
McChrystal había sido convocado por Obama a la Casa Blanca para que explicará unos comentarios hechos por sus asesores y él en un artículo publicado en la revista Rolling Stone menospreciando al presidente y a otros altos cargos.
"La conducta representada en el artículo recientemente publicado no cumple con el estándar que debería tener un general al mando", dijo Obama en el Jardín de Rosas de la Casa Blanca al anunciar la marcha de McChrystal tras una reunión de 30 minutos.
"Mina el control civil del Ejército y eso está en el centro de nuestro sistema democrático. Además erosiona la confianza que es necesaria para que nuestro equipo trabaje unido para lograr nuestros objetivos en Afganistán", señaló.
La situación planteó un complejo dilema para Obama, que si mantenía al general en su cargo podría ser visto como tolerante con una insubordinación del Ejército, pero al despedirle, reestructura la cadena de mando en un momento peligroso en la impopular guerra de nueve años en Afganistán.
Prometiendo no tolerar las divisiones en el seno de su equipo de seguridad nacional, Obama dijo que el cambio de los generales era un "cambio de personal, pero no un cambio en la política".
Recientemente han crecido las dudas entre legisladores estadounidenses sobre la estrategia de Obama de aumentar las tropas para contrarrestar el resurgimiento talibán.
Petraeus, que estaba junto al presidente en su intervención, ha sido acreditado con haber logrado cambiar la tendencia en Irak cuando la violencia en este país estaba al borde de la guerra civil. Tiene muchos partidarios en el Congreso, y se espera que logre el visto bueno del Senado.
El presidente afgano, Hamid Karzai, que había desarrollado un vínculo cercano con McChrystal, esperaba que el general se quedara, pero manifestó su respeto a la decisión de Obama, según un portavoz.
¿INSULTO PERSONAL?
McChrystal, jefe de las tropas estadounidenses y de la OTAN en Afganistán y arquitecto de la estrategia bélica de Obama, se reunió primero con el secretario de Defensa, Robert Gates, en el Pentágono, luego tuvo su encuentro cara a cara con Obama y se marchó antes de la reunión mensual del consejo de guerra gubernamental sobre Afganistán y a la que se le había pedido que asistiera en persona.
Fuentes señalaron que la reacción en privado de Obama ante el artículo fue de furia, aunque en su aparición en la Casa Blanca dijo que no estaba actuando por sentirse personalmente insultado.
Con su carrera en juego, el general de 55 años se había disculpado. "Fue un error que refleja un mal juicio y nunca debió haber ocurrido", dijo McChrystal en un comunicado.
Afganistán había caído en lista de prioridades del presidente mientras se centraba en cuestiones nacionales como el vertido de petróleo de BP en el golfo de Mésico y el desempleo, asuntos considerados vitales para evitar que el Partido Demócrata pierda muchos escaños en las elecciones al Congreso de noviembre.
Pero el furor sobre McChrystal se produce en medio de un creciente escepticismo en el Congreso y de un descenso del apoyo entre los ciudadanos hacia una guerra en la que ha aumentado la violencia talibán a pesar del refuerzo miliar estadounidense, que suma ya 100.000 soldados.
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