Este artículo se publicó hace 16 años.
Obama y la conquista de los 18 millones de votantes de Clinton
Con su carisma y mensaje de esperanza y unidad, el senador demócrata Barack Obama afianzó la candidatura presidencial de su partido, pero ahora su gran reto es ganarse el "sí" de quienes le dieron la espalda en las primarias.
Obama es el primer afroamericano con reales posibilidades de alcanzar el poder el 20 de enero de 2009, pero antes tendrá que vencer al senador republicano John McCain, un político que le lleva muchos años en edad y experiencia política, además de ser un veterano de guerra.
Y para vencer a McCain, de 71 años, tendrá que conquistar a los 18 millones de votantes que apoyaron a la senadora Hillary Clinton, quien ayer abandonó oficialmente la contienda electoral, no sin antes hacer historia también como la primera mujer en llegar a escasos centímetros de lograr la candidatura.
La campaña de Obama tendrá que apurarse, porque los asesores de McCain también elaboran estrategias para competir por el botín que representan los bloques demográficos que apoyaron a Clinton: las mujeres, en particular las mayores de edad, los latinos y los votantes de la clase trabajadora.
Obama, además, intentará hacerse con el respaldo de aquellos republicanos, que por razones desde la guerra en Irak hasta la evolución de la economía, están desencantados con el Gobierno del presidente George W. Bush.
Clinton, de 60 años, pidió ayer a sus fieles seguidores que acepten el trago amargo de su derrota y, en 13 ocasiones distintas, les instó a que ayuden a Obama, de 46 años, a ganar el próximo 4 de noviembre.
Pero esa tarea no será fácil ni barata, según analistas y los propios votantes.
Por ahora, muchos discípulos de Clinton, en especial las militantes feministas, culpan al "sexismo" y la cobertura "sesgada" de los medios por la derrota de la ex primera dama.
En esta etapa del duelo y antes de asimilar esa derrota, muchos votantes piensan aguarle la fiesta a Obama, ya sea quedándose en casa o, más grave aún, votando por McCain, según demuestran los "blogs".
Lisa Caputo, una asesora de alto rango de la campaña de Clinton, dijo hoy en un programa de la cadena por cable CNN que, con seguridad, Clinton primero se tomará un tiempo de reflexión para después volcarse de lleno a la campaña de Obama.
Por su parte, el director de comunicaciones de Clinton, Howard Wolfson, dijo a la cadena televisiva CBS que ella hará todo lo que sea posible y lo que se le pida para ayudar a que Obama gane.
Clinton pidió el apoyo a Obama en dinero y en las urnas "porque sabe que la única forma de que continuemos el progreso por el que ha luchado toda su vida es eligiendo al senador Obama", explicó Wolfson.
En cuanto a la búsqueda de compañero de fórmula de Obama -algo clave para sumar adeptos de aquí a noviembre-, Wolfson sugirió que Clinton no busca ni le interesa el puesto de "número dos" pero, en todo caso, es una decisión que corresponde únicamente al senador demócrata de Illinois.
Para afianzar los 270 votos del Colegio Electoral que se requieren para ganar la presidencia, la campaña de Obama estudia los errores y aciertos del senador demócrata John F. Kerry, quien perdió las elecciones en 2004, en parte, por no responder a tiempo a los ataques de grupos conservadores.
Ese año, Kerry logró 252 votos del Colegio Electoral y, ahora, para lograr los 18 restantes, Obama tendrá que centrar sus energías en estados como Iowa -un estado de mayoría blanca que fácilmente ganó en enero pasado-, Virginia, Carolina del Norte, Nuevo México, Nevada y Colorado.
La campaña de McCain está consciente de que los vientos no soplan a favor de los republicanos, pero se muestra confiada de que, si demuestran los contrastes ideológicos entre él y Obama, podrán conquistar a votantes que normalmente no votarían por ellos.
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