Este artículo se publicó hace 15 años.
Las obras de Ribera halladas en Granada datan del XVII y son de gran calidad
Los tres cuadros del pintor valenciano José de Ribera "El Españoleto" que han sido hallados en la catedral de Granada en el proceso de restauración de dos retablos son originales del artista y datan del siglo XVII, con una calidad excepcional, según los expertos que trabajan en su recuperación.
El restaurador del Instituto del Patrimonio Cultural de España, Antonio Sánchez-Barriga, ha explicado a los periodistas que los cuadros son del siglo XVII, pero fueron restaurados cuando se constituyó el retablo sobre 1721 ó 1725.
En concreto, se han descubierto las obras "Martirio de San Lorenzo", "Aparición del Niño Jesús a San Antonio de Padua" y "María Magdalena Penitente", dentro de los trabajos de restauración de los retablos del Nazareno y de la Santísima Trinidad.
Sánchez-Barriga ha explicado que desde que comenzaron los trabajos tenían la certeza de que estaban "ante cuadros de gran valía", a pesar de que se encontraban muy altos, "en malas condiciones y con bolsas", por lo que se hacía mucho más difícil su denominación de cuadros de Ribera.
Los retablos se constituyeron para amparar a los cuadros, que venían de fuera, por lo que en el momento de bajarlos ya supieron que aunque no fueran de "El Españoleto" serían "de otro pintor excelente".
Sin embargo, se han descubierto en dos de ellos las firmas en los laterales y, aunque uno está en "bastante mal estado", el de la Magdalena "se va a recuperar en un porcentaje muy alto", mientras que los otros dos se podrán ver "en su esplendor".
Tras el proceso de restauración, que costará 274.000 euros y que durará unos dos meses, los cuadros volverán a su sitio, aunque se continuará con el estudio que por ahora ha concluido que la firma es auténtica, la tela napolitana y las trazas "excelentes".
El experto en Historia del Arte Pablo Jiménez ha explicado que hasta ahora la mayoría de documentos recogían que estos cuadros eran copias, pero se ha demostrado que se trata de "tres obras muy importantes", debido a la firma, la autenticidad en el trazo y la calidad de las obras en sí.
Estas características sólo se han podido observar una vez que han sido desmontadas y se han comenzado a limpiar y retirar los repintes, momento en el que se ha visto que el descubrimiento era "verdaderamente importante".
Las tres obras reflejan la iconografía propia de Ribera, y una de ellas, la de San Lorenzo, presenta la cualidad de que tiene dos firmas, la primera de "El Españoleto" y la segunda de Iván Do, otro pintor valenciano afincado en Nápoles.
"El Martirio de San Lorenzo" (1639) es una obra de extraordinario valor, no solo por la maestría del trabajo, sino por ambas firmas, que la dotan de un carácter documental.
Esta obra se presenta siguiendo una composición inventada por el propio Ribera muchos años atrás, probablemente en su etapa romana, y de la cual se conocen varias versiones, pero no de la misma calidad.
La Aparición del Niño Jesús a San Antonio de Padua es la única que no aparece con la firma de este pintor y todavía no ha podido ser contrastada hasta hoy con los ejemplares de El Escorial, aunque el lienzo entra en la mecánica de los trabajos de serie del obrador.
La obra María Magdalena Penitente (1642), de extraordinaria calidad, se conserva en peores condiciones que los dos anteriores, aunque evidencia también "de forma inequívoca" la mano de este maestro.
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