La economía latinoamericana goza de un buen momento gracias a la bonanza económica global pero los expertos de la OCDE advierten de que se trata de mejoras "coyunturales" que tendrán que convertir en mejoras "estructurales" para que el crecimiento de la región sea sostenible.

Así lo advierte la primera edición de Perspectivas Económicas de América Latina que fue presentado hoy en Madrid en un seminario organizado en la Casa de América.

La secretaria de Estado para Iberoamérica, Trinidad Jiménez, el ex presidente de Costa Rica, José María Figueres y el secretario general español de política económica y defensa de la competencia, Ángel Torres, participaron en el encuentro que inauguró el Secretario General Iberoamericano Enrique Iglesias.

Torres destacó que América Latina vive la expansión económica "más pujante desde los años sesenta", debido a "la buena combinación de políticas económicas, los altos precios de las materias primas y la situación favorable del sistema económico internacional".

Estas circunstancias, según dijo, han permitido a América Latina "mejoras en el equilibrio de sus cuentas macroeconómicas y también en el ámbito social", aunque todavía son insuficientes y esta situación requiere "aprovechar esta coyuntura internacional para hacer reformas estructurales" que permitan mantener el crecimiento de la región y su desarrollo.

Entre las mejoras conseguidas en este periodo destacó "la ampliación de los superávit primarios, la reducción de los déficit globales y el recorte en la deuda externa" en algunos países, pero incidió en que "se deben a factores coyunturales que habrá que saber proyectar al futuro".

Para mantener este crecimiento, Torres consideró importante evitar gastos públicos excesivos y fomentar los gastos prioritarios como la educación, la sanidad y las infraestructuras, para impulsar la productividad y la cohesión social en la región.

En este sentido destacó que "las exportaciones de la región siguen concentradas en productos primarios básicamente y en manufacturas de bajo contenido tecnológico y este tipo de especialización no solo expone a las economías a la volatilidad del mercado sino también restringe su desarrollo".

A su juicio, "es importante que los países latinos sepan aprovechar el buen momento económico para llevar a cabo reformas que permitan reducir la volatilidad del crecimiento que permita amortiguar la vulnerabilidad y garantizar la consolidación de los avances logrados en los últimos años".

Asimismo, animó a aprovechar los factores positivos del momento actual para elaboración de fondos de estabilización que permitan "tener un colchón ante una eventual moderación de precios en las exportaciones".

En su opinión la reducción de la volatilidad del crecimiento, pasan por lograr un mayor acceso a la educación de calidad y mejorar las condiciones laborales de los trabajadores.

En materia fiscal abogó por pasar de una etapa de consolidación fiscal a una mejor calidad del gasto público y apostó por la participación activa del sector privado en este desarrollo.

Torres destacó la necesidad de "seguir avanzando en el fortalecimiento de las instituciones y de la seguridad jurídica y en la promoción de la competencia en los mercados como garante de la estabilidad de las políticas económicas".