Este artículo se publicó hace 13 años.
La OCDE mantiene el PIB de España en 2011 en el 0,9 por ciento, pero sube el paro
La OCDE mantuvo sin cambios su previsión de crecimiento económico para España en 2011 en el 0,9 % en su informe semestral de Perspectivas Económicas publicado hoy, pero empeoró sus estimaciones de la tasa de paro, con un 20,3 % de media frente al 19,1 % que había calculado en noviembre.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) no sólo siguió mostrándose menos optimista sobre la recuperación económica que lo que estima el Gobierno (1,3 %) y sí más acorde con la previsión de la Comisión Europea (0,8 %), sino que además limitó las expectativas de crecimiento para 2012 al 1,6 %, dos décimas menos de lo que apuntó en noviembre pasado.
Y aunque el nivel medio de desempleo empiece a bajar el próximo ejercicio, lo hará de forma muy moderada, de modo que se quedará de media en el 19,3 %, y no en el 17,4 % que había augurado en su informe precedente.
En el análisis de la OCDE sobre la economía española, las consecuencias del estallido de la burbuja inmobiliaria siguen ocupando mucho espacio en el informe, porque, a su juicio, aunque la corrección en este sector está "bien avanzada" (los precios acumulan una caída de alrededor del 20 %), la actividad va a continuar por un tiempo deprimida, debido a la gran cantidad de viviendas aún por vender.
En ese contexto, la recuperación económica se va a producir "gradualmente" y eso implicará que la disminución del desempleo, que en España es con diferencia el más elevado de los 34 países miembros, se produzca "lentamente".
Otro problema, además del paro, que explica la ralentización del consumo este año -con una progresión prevista únicamente del 0,4 % tras el 1,2 % constatado en 2010- es la escalada del precio del petróleo, que en abril elevó la inflación interanual al 3,5 % y ha erosionado la renta real disponible.
Ese repunte del índice de precios al consumo debe, no obstante, moderarse y la inflación media prevista para 2011 alcanzaría el 2,9 % (2 % de 2010) e incluso puede reducirse al 0,9 % en 2012.
El conocido como el "Club de los países desarrollados" no ceja una vez más en su consejo de que España debe disminuir el coste del despido para los trabajadores fijos -en la línea con lo que volvió a hacer esta misma semana el Banco de España- y decantarse por un contrato único.
Igualmente insiste en la necesidad de una reforma de la negociación colectiva de los salarios, que está siendo abordada por patronal y sindicatos.
La OCDE da por hecho que el déficit público se podrá reducir del 9,2 % del PIB en 2010 al objetivo del 4,4 % en 2012, pero señala que algunos de los recortes del gasto para el año próximo todavía tienen que ser precisados y pone el acento en que el Gobierno ha asegurado que reducirá lo que sea necesario su nivel de inversiones para cumplir con ese déficit.
También constata que los intereses de la deuda siguen comparativamente elevados por la crisis en la zona euro y que se han tomado diversas medidas para reducir la percepción de riesgo por parte de los inversores, como obligar a los bancos a dar detalles sobre su exposición al sector inmobiliario y aumentar los requerimientos de capital a las entidades financieras.
Los autores del estudio advierten de que el diferencial de la deuda española (con el bono alemán, que se toma como referencia) puede permanecer alto, en particular si hubiera una reestructuración de deuda en la zona euro, y añaden que si esa situación fuese duradera empeorarían las condiciones de financiación de las empresas.
También admiten que las cosas pueden ir para España mejor de lo que ellos han anticipado si se produjera un tirón en las exportaciones que impulsara la inversión.
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