La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha restringido el acceso a ciertos documentos sobre educación a España y Alemania porque esos dos países filtraron a finales de noviembre el informe PISA sobre resultados de escolares antes de la fecha prevista.

El consejo de gobierno que se encarga de PISA decidió este mes que España y Alemania no podrán disponer por adelantado de la documentación que sirve para la elaboración de la próxima edición del informe, al contrario que el resto de los países, explicó hoy a Efe el jefe de la división de análisis e indicadores educativos de la OCDE, Andreas Schleicher.

La medida se aplicará hasta noviembre, cuando los representantes de ambos Estados deberán dar cuenta de las medidas que han tomado, para que la filtración no se repita, al resto de sus socios, que decidirán si les restablecen íntegramente sus derechos o mantienen las restricciones en la disponibilidad de los documentos, precisó Schleicher.

El responsable de la división de educación del conocido como el "Club de los países desarrollados" dijo que son "muy optimistas" sobre la recuperación de esos derechos porque el Gobierno español "se toma muy en serio" la cuestión.

Se trata de la primera vez en que se aplica contra un país este dispositivo para impedir la violación de un embargo y garantizar la confidencialidad de los trabajos previos, aprobado en 2007, y que fuentes de la OCDE se esforzaron en subrayar su carácter moderado.

"Es un poco exagerado hablar de sanciones", comentaron las fuentes, que puntualizaron que las medidas puestas en marcha no conllevan ningún tipo de multa y que la decisión ha correspondido a "expertos" y no a los embajadores de la organización.

Habitualmente, la OCDE entrega a sus países el informe PISA antes de que se haga público, pero el pasado 28 de noviembre la revista profesional española "Magisterio" reveló las clasificaciones de los alumnos evaluados en unos y otros Estados seis días antes de la fecha en que se iba a divulgar.