La organización Oceana ha denunciado hoy el uso de redes pesqueras ilegales por parte de las flotas que faenan en el mar Mediterráneo, especialmente en el caso de Italia y Francia.

Oceana alude en varios informes, presentados hoy en rueda de prensa, a la detección de 151 embarcaciones (francesas e italianas) que utilizaron redes de deriva durante 2007 e insiste en que en muchos casos se trata de barcos subvencionados.

En cuanto al sector pesquero de España, el director de Oceana Europa, Xavier Pastor, ha explicado que "esta es una de las pocas ilegalidades que no comete" y ha mencionado otras "prácticas ilegales" de la flota española como la captura de peces por debajo de la talla permitida u otras por los arrastreros.

En España, el Gobierno prohibió durante los años 90 las redes de deriva, siguiendo las recomendaciones de las Naciones Unidas y antes de que la UE las vetara, porque los pescadores que usaban estas artes, unos 30 en aguas del Estrecho de Gibraltar y Cádiz, entraron en conflicto con los barcos palangreros, según Oceana.

Hoy, esta organización para la conservación marina se ha referido a la utilización de redes de deriva por parte de los pescadores de Italia, por ejemplo para obtener pez espada, y al arte de la "thonaille" o artes de deriva también empleadas por la flota francesa para extraer atún.

La científica de Oceana ha resaltado la falta de acción de los respectivos gobiernos para impedir estas prácticas, aunque ha explicado que el anterior Ejecutivo italiano sí tomó medidas, en lo que se diferencia del francés.

Según los informes, Francia ha apoyado abiertamente a la flota citada y por ello "debería ser sancionada por la UE".

Los pescadores franceses que practican la "thonaille" no disfrutarán de cuota de atún rojo este año, precisamente por los ajustes de la UE al cupo comunitario de pesca de esa especie, que tanto Francia e Italia superaron en 2007, lo que motivó el cierre anticipado del caladero.

La organización ecologista ha recomendado en sus informes medidas para mejorar el control pesquero y de estas redes, que podrían ampliarse a toda la flota mediterránea.

Oceana ha insistido en que las redes de deriva se prohibieron hace seis años y en que son necesarias nuevas medidas de vigilancia, porque la actual es insuficiente.

Asimismo, Oceana se ha referido a la propuesta que ha presentado la Comisión Europea (CE) para combatir la pesca ilegal, que propone un certificado para asegurar que todo los productos pesqueros comercializados en la UE se han capturado legalmente.

Entre los países hay muchas reticencias al proyecto de la CE (España lo apoya), ya que quieren que a la hora de vigilar se haga una distinción a la flota comunitaria.