Este artículo se publicó hace 13 años.
Un octubre negro empeora el futuro del mercado laboral
El desempleo creció en 134.182 parados, en el peor dato de este mes desde 2008
El principal temor de los líderes mundiales en los últimos meses tiene un nombre ya conocido: recesión o, más exactamente, la llamada recuperación en W, esto es, una profunda caída seguida de una tímida recuperación que termina en otro bajón para luego, esta vez sí, salir de la crisis. Esto es a grandes rasgos lo que ya está ocurriendo con el mercado laboral español, aunque en este caso la tímida recuperación no haya llegado a dar frutos mínimamente consistentes.
Es lo que se desprende de los datos de paro registrado y afiliación a la Seguridad Social de octubre, que muestran un panorama laboral sombrío. El desempleo creció en 134.182 personas, un 3,7% más que el mes anterior, hasta los 4,3 millones de personas sin trabajo, mientras las afiliaciones se desplomaron en 75.249 ocupados.
La cifra de paro registrado se sitúa en 4,3 millones de personas
Para encontrar un mes de octubre con una subida de paro tan pronunciada hay que remontarse hasta 2008, justo después de la caída del banco Lehman Brothers que marcó el comienzo de la crisis, cuando creció en 192.658 personas. Además, los niveles de destrucción de empleo son superiores a los de hace unos meses, cuando se pensaba que la desaparición de puestos de trabajo ya sólo podía minorarse. El ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, reconoció ayer que las esperanzas de que en el segundo semestre del año se produjera una leve creación de empleo neto son ya prácticamente inalcanzables.
Estas cifras se publican menos de una semana después de conocer la Encuesta de Población Activa (EPA) del tercer trimestre del año, que arrojó unos datos peor de lo esperado para un periodo que suele ser bueno debido al turismo y que sembraba serias dudas sobre lo que sucedería en el último trimestre del año, tradicionalmente peor para el empleo.
Ciertamente, la estacionalidad es uno de los factores que explica el mal comportamiento del mercado laboral en octubre, pero no el único. También están pasando factura los ajustes de las administraciones públicas y, sobre todo, el parón de la economía española, que hace muy difícil que el mercado laboral arranque.
Cuatro de cada diez parados no reciben prestación por desempleo
Más lejos de la salidaGómez fue crudo en su diagnóstico: "Es un mal dato que nos retrotrae más bien al inicio de la crisis que a su salida. Los datos mostraban que nos acercábamos a un punto de recuperación, pero en los últimos meses esa tendencia se ha detenido: estábamos empezando a salir, y ahora estamos más lejos de la salida". Gómez insistió, en línea con las propuestas del programa electoral del PSOE, en que las reformas que se han hecho no serán suficientes para crear empleo a no ser que se acompañen de varias reducciones de los tipos de interés y de una expansión de la base monetaria de la economía europea.
El desempleo creció en todos los sectores, especialmente en los servicios, responsables del 64% de la subida del paro del mes pasado, debido sobre todo al final de la temporada turísitica. Le siguió la agricultura, afectada por el fin de campañas agrícolas intensas en mano de obra, como la vendimia. También siguió creciendo el colectivo de personas sin empleo anterior. No hubo respiro para ninguna comunidad autónoma: en todas creció el paro, encabezadas por Illes Balears. En el lado opuesto, Euskadi, con un mercado de trabajo más desahogado y que sólo registró un incremento del paro del 0,5%.
Gómez: "Es un mal dato que nos lleva al inicio de la crisis más que a su salida"
En cuanto al número de perceptores de prestaciones por desempleo ha descendido un 6%. Sólo el 62,8% de los parados reciben esta prestación, por lo que cuatro de cada diez desempleados quedan fuera de ella.
La caída de la afiliación también fue más contundente que en el mes de octubre de los dos últimos años. El secretario de Estado de Seguridad Social, Octavio Granado, destacó la "ralentización del crecimiento de las principales economías" como factor clave para entender el batacazo del empleo. El efecto de los recortes es desigual: mientras que la afiliación crece en educación, cae en servicios sociales y actividades sanitarias y en otras ramas, como la gestión de residuos.
Para el profesor de Economía Aplicada de la Universitat Autònoma de Barcelona Albert Recio, los datos eran previsibles y siguen la tendencia marcada por la EPA. "Seguimos en un saco sin fondo, las pocas buenas señales ya se han acabado y los recortes están generando desempleo. Europa no tira, lo único que lo ha hecho han sido las exportaciones que dependen precisamente del mercado europeo, y las políticas de reducción del gasto van a seguir. Así, ni la economía ni el mercado laboral tienen pinta de remontar", afirma Recio.
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