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El OIEA certifica que Irán instaló casi 3.000 centrifugadoras nucleares

EFE

El Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) certificó hoy en su último informe sobre el programa atómico de Irán que este país ha terminado de instalar casi 3.000 centrifugadoras nucleares.

En el informe, al que ha tenido acceso Efe, se asegura que desde 2006 el OIEA no ha recibido el mismo flujo de información que obtenía con anterioridad de Teherán, por lo cual su "conocimiento sobre el actual programa nuclear de Irán esta menguando".

También se confirma que, al contrario de lo exigido por el Consejo de Seguridad de la ONU, Teherán sigue adelante con sus actividades relacionadas con el enriquecimiento de uranio y avanza en la construcción de un reactor nuclear de agua pesada.

Sobre los modelos de centrifugadoras de origen paquistaní, las P-1 y las P-2, el OIEA asegura que la información dada por los iraníes es "consistente" con los datos que tiene la agencia nuclear de la ONU.

"Irán ha dado acceso suficiente a individuos y ha respondido de forma puntual a las preguntas" planteadas por los funcionarios de la ONU, se indica en el texto.

"Irán ha cumplido con el calendario acordado", pero "la cooperación (iraní) ha sido más reactiva" que producto de una decisión voluntariamente tomada, afirmó una fuente diplomática que conoce el texto.

Otras fuentes aseguraron que necesitaban una cooperación mayor de Irán, mientras que en el informe redactado por el director general del OIEA, Mohamed El Baradei, se insiste a Irán en que ratifique el Protocolo Adicional del Tratado de No Proliferación de armas nucleares (TNP), que permite visitas sin aviso previo de todas las instalaciones nucleares.

Sobre las casi 3.000 centrifugadoras, se trata en concreto de 18 cadenas interconectadas de 164 maquinas que totalizan 2.952 de estos aparatos, cuyo uso es muy complejo y que son imprescindibles para purificar uranio.

El OIEA certifica que a pesar del avance en el montaje de estos aparatos Irán está trabajando a un ritmo menor de lo que se podría hacer en una instalación como la planta de Natanz.

El presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, aseguró en un discurso, el pasado septiembre, que "tenemos más de 3.000 centrifugadoras operativas, y cada semana instalamos una nueva cascada", pero hasta ahora no había una confirmación independiente de tal paso.

Según la información del OIEA, desde febrero de 2007 Irán ha convertido en estas instalaciones 1.240 kilos de hexafluoruro de uranio (UF6), un material precursor del uranio enriquecido.

Una fuente diplomática conocedora del informe aseguró que las centrifugadoras están diseñadas para producir uranio poco enriquecido, destinado a la producción de energía, y están funcionando a un ritmo muy lento.

Con 3.000 centrifugadoras funcionando a pleno rendimiento se podría obtener uranio enriquecido para alimentar una bomba nuclear en alrededor de 18 meses, según los expertos.

Irán insiste en que su programa nuclear tiene sólo un fin pacífico y únicamente pretende producir electricidad, mientras que Estados Unidos, Reino Unido y Francia sospechan que quiere hacerse con armas nucleares.

En el informe también se recoge que los iraníes hicieron una concesión de última hora a una exigencia repetida por el OIEA desde 2005: Irán dejó ver un documento en su posesión sobre la conversión de mineral de uranio en formas esféricas que podrían ser utilizadas en cabezas nucleares.

Según las explicaciones de Irán, obtuvo este documento en 1987 del mercado negro nuclear junto a los planos de las centrifugadoras P-1 y P-2, algo que el OIEA tratará de confirmar con Pakistán.

El origen de estos aparatos es la red de tráfico de material nuclear del científico Abdul Qader Khan, el padre de la bomba atómica paquistaní.

El OIEA afirma en el documento que no ha detectado que Irán haya llevado a la práctica ese tipo de conversión del uranio en formas esféricas.

Otras fuentes diplomáticas conocedoras del documento aseguran que la cooperación en este aspecto ha sido positiva, se han dado progresos, pero los inspectores de la ONU no tuvieron acceso completo a todas las personas con las que quisieron entrevistarse.

Representantes de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad (EEUU, Reino Unido, Francia, China y Rusia) y Alemania, acordaron a principio de mes en Londres apoyar una nueva resolución con más sanciones contra Irán.

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