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Olmert viaja a Berlín en medio de duras críticas por los ataques desde Gaza

EFE

El primer ministro israelí, Ehud Olmert, viaja hoy a Alemania en medio de duras críticas a su gestión por los continuos ataques con cohetes desde Gaza, que ayer causaron la pérdida de una pierna a un niño de 8 años.

Sólo en la ciudad de Sderot, a unos dos kilómetros de Gaza, han caído en la última semana al menos 43 cohetes Al Kasam, una situación sin visos de solucionarse y que ha llevado a sus residentes a marchar hoy de Tel Aviv a Jerusalén para exigir al Gobierno una respuesta contundente a este tipo de agresiones.

En esa localidad israelí resultaron heridos de gravedad anoche dos hermanos: Osher Twito, de 8 años y Rami, de 19, que se encontraban junto a su casa cuando un cohete les impactó encima.

La prensa popular destaca hoy que se dirigían a comprar un regalo de cumpleaños para su padre cuando fueron blanco del proyectil, antes de ser trasladados al hospital Barzilai, de la cercana ciudad de Ashkelón, donde al menor se le tuvo que amputar una pierna.

Las últimas andanadas de cohetes volvieron a provocar la inmediata respuesta del Ejército israelí, que atacó por aire de madrugada varios puntos de la franja de Gaza, provocando la muerte a un miliciano del grupo islámico Hamás y heridas a otras diez personas, en su mayoría civiles.

Ante esta situación, Olmert convocó a primera hora de la mañana una reunión de carácter extraordinario con el titular de Defensa, Ehud Barak, el jefe de las Fuerzas Armadas, Gabi Ashenazi, y el responsable de los servicios de seguridad interior, el secreto "Shin Bet", Yuval Diskin.

El encuentro, cuyo contenido no trascendió, se produjo en medio de los llamamientos a la dimisión de Barak, que visitó hoy Sderot y recibió los abucheos de sus vecinos.

"Vete a tu casa. ¿Por qué has venido a molestarnos con tu presencia?", le espetó un residente, mientras el ministro de Defensa prometía a la población que continuarán los esfuerzos para poner fin a los cohetes y proyectiles de mortero.

Olmert parte esta tarde hacia Berlín, donde tiene previsto entrevistarse con la canciller alemana, Angela Merkel, para analizar la posible amenaza de Irán, pues Israel teme que el programa nuclear de Teherán esté destinado a lograr armas atómicas.

Poco antes, el primer ministro participó en la reunión semanal del Consejo de Ministros en Jerusalén, donde se refirió brevemente a la situación que viven los vecinos de Sderot.

"No cabe duda de que todos sentimos el dolor y la rabia, es comprensible y natural, pero la furia no es un plan de acción", manifestó Olmert.

El jefe del Ejecutivo abogó en cambio por "una acción sistemática y organizada en el tiempo".

"Continuaremos y alcanzaremos a todos los elementos terroristas sin distinción. Deseo a los heridos de Sderot su plena recuperación", agregó.

Funcionarios del Gobierno y de los organismos de Defensa han señalado a la prensa local que el Ejecutivo no planea cambiar la actual política y lanzar una operación militar a gran escala en Gaza.

El ministro sin cartera israelí, Yitzhak Cohen, del partido religioso sefardí Shas, exhortó hoy a interrumpir completamente el suministro de electricidad a la franja "mientras Sderot siga ardiendo".

Los partidos de la oposición acusan por su parte a Olmert de no responder con firmeza a las milicias palestinas de la franja de Gaza.

"Hasta ahora el Gobierno se ha abstenido de lanzar una operación militar por razones políticas, pero cuanto más tarde, más alto será el precio", afirmó Silván Shalom, diputado del conservador partido Likud y ex titular de Asuntos Exteriores.

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