Este artículo se publicó hace 15 años.
La ONU alerta del uso que Corea del Norte da a la ayuda alimentaria
El representante especial de la ONU para los Derechos Humanos en Corea del Norte alertó hoy que las torturas han empeorado en el país comunista y que la ayuda alimentaria es utilizada para controlar a la población.
En rueda de prensa en Tokio, el representante Vitit Muntarbhorn adelantó las conclusiones previas de un informe que presentará ante Naciones Unidas en el que alerta sobre un aumento de las violaciones de los derechos humanos en el último año en Corea del Norte.
Muntarbhorn llamó a "todo el sistema de la ONU a actuar" y lamentó que no haya un compromiso político para que el Consejo de Seguridad se pronuncie sobre los derechos humanos en Corea del Norte.
El enviado de la ONU explicó que "Corea del Norte establece un control de la población a través de la distribución de alimentos", condicionando su distribución y obligando a que sean adquiridos al Estado, de forma que los ciudadanos no puedan comerciar con ellos.
"Unas 8 millones de personas sufren escasez de alimentos y el Programa Mundial de Alimentos dispone de reservas para sólo 1,8 millones", aseveró.
Asimismo, Corea del Norte mantiene a más de 300.000 personas en campos de prisioneros y de reeducación donde practica torturas y ejecuciones públicas, afirmó el enviado de la ONU, de nacionalidad tailandesa.
"Según mis informes, algunas prisiones son como pueblos donde se retiene a gente de todas las edades", aseguró.
El representante de la ONU recordó que la mujeres sufren especialmente la discriminación de la élites del país y se les reprime duramente si intentan buscar alimentos en el mercado negro.
En cuanto a los refugiados, señaló que, aunque en el último año haya bajado el número de norcoreanos que intentan escapar de la dictadura por la frontera con China, "han aumentado los castigos".
El Estado de corte estalinista, que gira en torno a la personalidad del líder Kim Jong-il, ejerce un férreo control de comercio de subsistencia, lo que aumenta la dependencia del Gobierno.
El político tailandés exigió a Pyongyang "acciones inmediatas" en materia de derechos humanos e insistió en que tiene que aclarar la situación de los secuestrados.
A día de hoy todavía queda por esclarecer el paradero de 17 personas raptadas oficialmente por Corea del Norte, la mayoría japoneses secuestrados en las costas niponas o retenidos contra su voluntad.
El enviado de la ONU se reunió esta semana en Tokio con el ministro de Exteriores japonés, Hirofumi Nakasone, y familiares de los secuestrados y refugiados norcoreanos, y aseguró que Japón debe mantener medidas de presión y diálogo con Pyongyang.
"Si un país que no es capaz o no está dispuesto a proteger a sus ciudadanos corresponde a las leyes internacionales defenderlos y por lo tanto ese país no puede argumentar interferencia en su soberanía", afirmó el representante de la ONU.
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