Este artículo se publicó hace 16 años.
La ONU apremia a los militares birmanos a que abran el país para recibir la ayuda del exterior
La ONU apremió hoy al régimen militar de Birmania (Myanmar) a que abra el país a la ayuda internacional que se acumula en sus fronteras, ante el temor de que más demoras en la distribución de asistencia aumente el devastador saldo del ciclón Nargis.
Las agencias de las Naciones Unidas y numerosas organizaciones humanitarias internacionales llevan tres días esperando que la burocracia birmana conceda visados a sus cooperantes y permita la entrada de cargamentos con materiales de primera necesidad para los más de un millón de damnificados.
El subsecretario general de la ONU para Asuntos Humanitarios, John Holmes, advirtió hoy de que las cifras de 22.000 y 40.000 muertos ofrecidas por el Gobierno hasta el momento, "muy probablemente se incrementarán".
"Afrontamos una catástrofe de grandes proporciones y por tanto es extremadamente importante que hagamos llegar cuanta más ayuda mejor en el menor tiempo posible", resaltó en una conferencia de prensa.
Por su parte, la máxima diplomática de EE.UU. en Birmania, Shari Villarosa, dijo en una teleconferencia que el número de muertos por el paso del ciclón Nargis podría superar los 100.000, si las condiciones humanitarias siguen empeorando y advirtió del riesgo de epidemias.
Villarosa, encargada de negocios, explicó que cerca del 95 por ciento de los edificios en la zona afectada por el ciclón en el delta del río Irrawaddy ha quedado destruidos y la situación fuera de Rangún, la ciudad más poblada del país, es "desastrosa".
Holmes indicó, por su parte, que la ONU solamente ha podido enviar hasta el momento a la zona el personal y el material que ya tenía en el país cuando Nargis arrasó el pasado sábado el sur de Birmania.
Las autoridades birmanas finalmente dieron hoy la autorización para que se repartan 800 toneladas de arroz que el Programa Mundial de Alimentos (PMA) tenía almacenadas desde hace días en Rangún.
Hasta el jueves no se espera que se permita la entrada en Rangún de un avión de la ONU con alimentos y de cuatro integrantes de un equipo de expertos en desastres de la organización que estaban en Bangkok a la espera de autorización para viajar a Rangún, dijo Holmes.
Calculó que el Gobierno birmano debe haber recibido cerca de 100 solicitudes de visado de la ONU y organizaciones privadas, de las que no estaba seguro que todavía se hubieran otorgado alguno.
"Necesitamos a personas con conocimientos y la experiencia de haber trabajado en este tipo de grandes desastres", apuntó Holmes.
Aseguró que la "respuesta ideal sería la eliminación de la obligación de entrar al país con visado", una propuesta que forma parte de las "intensas" negociaciones que la ONU mantiene en los últimos días con la diplomacia birmana.
Holmes precisó que el problema no es que hayan denegado visas, sino que no las tramitan porque necesitan consultar con las altas autoridades del régimen militar antes de emitirlas.
En ese sentido, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, instó hoy directamente a la Junta Militar birmana a que facilite la llegada de cooperantes y material humanitario al país.
"El secretario general cree que Myanmar atraviesa por un momento crítico y enfatiza la importancia de proporcionar cuanta mayor ayuda posible en los vitales días posteriores al impacto del ciclón", dijo la portavoz de la ONU, Marie Okabe.
"Dada la magnitud del desastre, el secretario general insta al Gobierno de Myanmar a que responda al flujo de asistencia y solidaridad internacional facilitando todo lo posible la llegada de cooperantes y la autorización de entrada de material humanitario", afirmó.
Según datos de la ONU, al menos 24 países han ofrecido hasta ahora unos 30 millones de dólares en ayuda humanitaria a Birmania y el fondo de emergencias del organismo internacional tiene previsto aportar otros 10 millones de dólares.
La organización espera presentar el viernes una solicitud urgente de fondos a la comunidad internacional con la información que su equipo de especialistas recabe una vez consiga entrar en el país, apuntó Holmes.
A pesar de los retrasos, el subsecretario general de la ONU aseguró que los esfuerzos del Gobierno birmano y la comunidad internacional "van bien encaminados" y consideró que la respuesta de las autoridades había estado hasta ahora "a la altura".
"Las tareas de asistencia ya han empezado, pero todavía no son las adecuadas", admitió.
Por ello consideró que podría ser contraproducente la idea propuesta hoy por el ministro de Exteriores de Francia, Bernard Kouchner, de que el Consejo de Seguridad de la ONU "obligue" a Birmania a aceptar la ayuda internacional.
"No creo que una invasión de Myanmar sea la solución adecuada", sostuvo.
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