Este artículo se publicó hace 16 años.
La ONU ayudará a las familias más afectadas por el ciclón para evitar que vendan a sus niños
Naciones Unidas afirmó hoy que la situación de los niños birmanos en las zonas devastadas por el ciclón Nargis es desoladora y que su prioridad es ayudar a las familias en peor situación para evitar que "vendan a sus niños o los obliguen a trabajar".
Con miles de menores durmiendo a la intemperie en medio de las fuertes lluvias de estos días, el riesgo de enfermedades y explotación es alto, declaró la portavoz de Unicef, Veronique Taveau.
Para proteger a la niñez damnificada, ese organismo de la ONU ha puesto en marcha un programa de protección, que tendrá como una de sus tres prioridades "la identificación de las familias más vulnerables que puedan estar tentadas de vender a sus niños u obligarlos a trabajar" por la desesperación.
Las otras prioridades serán el registro y protección de los niños que han quedado separados de sus familias o huérfanos, así como el acondicionamiento de espacios infantiles dentro de los campamentos que albergan a las víctimas del ciclón.
Por ahora se han registrado 500 niños en esa situación, mencionó Taveau, quien consideró esa cifra provisional.
De otro lado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) desmintió la aparición de una epidemia de cólera en la región del delta del río Irrawady, en reacción a informaciones que se habían extendido al respecto.
La portavoz de esa institución, Fadela Chaib, explicó que hubo una confusión debido a que las autoridades sanitarias birmanas han decidido tratar los casos de gastroenteritis de la misma manera que el cólera.
En cualquier caso, recalcó que el número de enfermos de gastroenteritis es similar al registrado el año pasado en esa zona en el mismo periodo.
La distribución de ayuda esencial sigue siendo muy difícil en esa región, mientras que los socorristas y cooperantes que se encuentran allí -en su gran mayoría de nacionalidad birmana- están "totalmente agotados física y emocionalmente", declaró una portavoz de la Oficina de Ayuda Humanitaria de Naciones Unidas (OCHA).
Esa entidad considera que el número total de víctimas se sitúa entre 1,6 y 2,5 millones, de los que sólo 300.000 han recibido "algún tipo de ayuda rudimentaria", dijo su representante Elisabeth Byrs.
La última revisión de las necesidades financieras de la ONU para atender a las víctimas del ciclón en Birmania eleva el importe a 200 millones de dólares, de los que apenas se cuenta con 39 millones entre contribuciones efectuadas y promesas.
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