Este artículo se publicó hace 16 años.
La ONU determina que los asesinatos políticos en el Líbano son obra de una misma red
La Comisión de la ONU que investiga el asesinato del ex primer ministro de Líbano, Rafic Hariri, determinó en su último informe que una misma red es la responsable de parte de los atentados políticos que ha sufrido el Líbano en los últimos tres años.
El informe entregado hoy al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, el décimo elaborado por esa comisión, afirmó que esa "red criminal" que existía antes del asesinato del ex primer ministro, fue la encargada de preparar el atentado y que sigue operando después de cometerlo.
"La Comisión puede ahora confirmar a partir de las pruebas disponibles que una red de individuos actuaron en concierto para llevar a cabo el asesinato de Rafic Hariri y que esa red criminal, la 'red Hariri', o parte de ella está vinculada a algunos de los otros casos", añadió el informe.
Indicó además que la prioridad de la Comisión es reunir más pruebas sobre la red Hariri, su alcance, la identidad de sus participantes, sus lazos externos y el papel que desempeñaron en otros atentados con los que se les vincula.
En ese sentido, lleva a cabo una identificación a través de pruebas de ADN del terrorista suicida que detonó al paso del automóvil de Hariri la carga de 1.800 kilogramos de explosivos ocultos en una camioneta que terminó en febrero de 2005 con la vida del político y de otra veintena de personas.
Los investigadores ya habían descartado por completo en informes anteriores que el suicida fuera el mismo hombre que se atribuyó la acción en un video divulgado poco después del asesinato.
Además de encontrar a los responsables de ese atentado, el órgano de investigación internacional tiene el mandato de asistir a las autoridades libanesas en el esclarecimiento de otra veintena de asesinatos políticos.
Por ello advirtió al Consejo de Seguridad que se necesita aumentar sus recursos para poder compensar el incremento en la carga de trabajo.
Otro obstáculo a su labor, prosiguió, es el deteriorado clima político y de seguridad del país, que desde noviembre carece de presidente y donde se siguen produciendo atentados con cierta regularidad.
Este décimo informe de la Comisión, el primero que se elabora desde que el canadiense Daniel Bellemare asumió su jefatura en noviembre, reiteró que se reserva revelar la identidad de los sospechosos investigados hasta que no se presenten acusaciones formales.
Al mismo tiempo, señaló que "no se puede apremiar a las investigaciones de esta complejidad" pese a la frustración que puedan sentir los familiares de las víctimas, el pueblo libanés o la comunidad internacional por la demora en la presentación de cargos.
"La investigación de la Comisión sólo puede ser guiada por los hechos y por las pruebas, sus conclusiones no pueden basarse en rumores o suposiciones, sino en pruebas fiables que puedan ser presentadas ante un tribunal", explicó.
El órgano de investigación agregó en el informe que continúa con sus preparativos para convertirse en la fiscalía que llevará la acusación en el futuro Tribunal Especial del Líbano, ideado para juzgar a los responsables de los asesinatos políticos en ese país.
En términos generales, el informe consideró satisfactoria la colaboración de Siria en sus investigaciones, a pesar de que funcionarios de seguridad de Damasco fueron implicados en las primeras indagaciones efectuadas por la ONU en los meses posteriores al asesinato del ex primer ministro.
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