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La ONU expresa su preocupación por las políticas de recorte del gasto público

EFE

Con el temor de una inminente quiebra de la economía de Grecia como trasfondo, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU abrió hoy en Ginebra su decimoctava sesión ordinaria expresando su preocupación por los recortes del gasto público que llevan a cabo las principales economías del mundo.

En su discurso en la primera sesión del Consejo, que estará reunido hasta el próximo día 30, la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, consideró "preocupante" la decisión de algunos Gobiernos de reformar sus leyes para limitar los déficit presupuestarios y advirtió del riesgo de "potenciales regresiones" en términos de derechos económicos y sociales.

"Conforme la crisis de la deuda se extiende en Europa, EEUU y en otros lugares, observamos una ola de drásticos recortes sociales y una preocupante tendencia a reformas legales para contener los déficit presupuestarios", lamentó Pillay.

Su declaración coincidió con el agravamiento de la crisis en la zona euro, ante la perspectiva de una inminente suspensión de pagos y una salida del euro por parte de Grecia, que volvió a provocar fuertes descensos en las principales plazas bursátiles europeas.

La intervención de Pillay hizo resonar además la reciente aprobación parlamentaria en España de una reforma de la Constitución para consagrar legislativamente un techo del déficit y garantizar la estabilidad presupuestaria de las administraciones públicas.

Según la Alta Comisionada, muchas modificaciones en términos legales y de políticas se adoptan "en respuesta a las presiones del mercado" y sostuvo que esto puede amenazar los derechos económicos, sociales y culturales de los ciudadanos.

Pillay instó a las autoridades a analizar las repercusiones de la crisis en "las personas que ya viven en condiciones precarias y situaciones de marginación" y señaló que "en tiempos de dificultades económica son los pobres los que cargan con las consecuencias".

"Son estos grupos e individuos los que tienen derecho a redes de protección y seguridad, no aquellos actores privados que, en primera instancia, fueron los causantes de las actuales tensiones financieras y económicas", agregó la funcionaria, en alusión a los grandes rescates de los bancos con dinero público.

Cara al futuro, recordó que los jóvenes son otro grupo perjudicado por esta crisis y que "observa las convulsiones del mercado y las deficientes políticas económicas de sus Gobiernos como una amenaza directa al disfrute de sus derechos humanos".

En este sentido, hizo alusión indirecta a recientes acontecimientos de respuesta social, como el movimiento de los "indignados" en España.

"Los jóvenes manifestantes han dejado sentado que sus vidas y sus esperanzas deben importar al menos tanto como los intereses de aquellos poderes centrales que, de manera real, han hipotecado el bienestar de las generaciones futuras", argumentó la responsable de Derechos Humanos de la ONU.

"Las medidas de austeridad pueden no ser suficientes por si solas para hacer frente a los males económicos", concluyó Pillay, quien recordó que la educación, el empleo y la oportunidad de una vida digna, así como el buen gobierno y la transparencia, son también derechos humanos "que no deben ser descuidados" por los estados.

Fuentes diplomáticas manifestaron a Efe que la contundencia de Pillay, que abordó este asunto en la primera parte de su discurso, junto a la crisis alimentaria en el Cuerno de África, tiene que ver con los problemas presupuestarios que afronta su Oficina, que en gran medida depende de las contribuciones de EEUU y Europa.

China e India, las grandes potencias económicas emergentes del mundo, contribuyen más bien poco a los recursos de la ONU y los problemas presupuestarios de las grandes potencias occidentales preocupan seriamente a la organización, indicaron las fuentes.

El ministro uruguayo de Relaciones Exteriores, Luis Almagro, incidió en este aspecto y manifestó que para una adecuada salvaguarda internacional de los Derechos Humanos "será necesario que la Oficina del Alto Comisionado cuente con recursos financieros adicionales, ya que los actualmente asignados resultan escasos".

Almagro abrió la sesión en nombre de Uruguay, país que desempeña la presidencia rotatoria del Consejo, e hizo un llamamiento en favor de "una nueva cultura de diálogo en materia de derechos humanos" y del fortalecimiento del sistema de la ONU para mejorar su eficacia.

"Miles de personas en el mundo, cuyos derechos fundamentales están siendo vulnerados en este mismo momento, están esperando que nosotros tomemos las decisiones más adecuadas y eficaces", señaló.

Fernando Puchol

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