Este artículo se publicó hace 15 años.
La ONU nombre a Mira Sorvino embajadora para combatir el tráfico humano
La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNDOC) nombró a la actriz estadounidense Mira Sorvino embajadora de buena voluntad en la lucha contra el tráfico humano, dijo la agencia de la ONU.
La ganadora del Óscar en 1995 a la mejor actriz secundaria recibió la distinción en un acto organizado por UNDOC en la sede de Naciones Unidas con motivo de la presentación del primer informe global de este organismo sobre el negocio del tráfico de personas.
"El arte es un poderoso instrumento para despertar conciencias y prevenir el tráfico de personas y sabemos que el compromiso de Mira con la suerte de las víctimas de este tráfico instará a la ciudadanía a movilizarse en contra de esta forma moderna de esclavitud", apuntó el director de UNDOC, Antonia María Costa, en un comunicado.
El diplomático italiano recordó que el tráfico humano es "un negocio multimillonario con ingresos solamente superados por el tráfico de drogas y de armas, y que la mayoría de sus víctimas son mujeres y niñas, muchas de ellas forzadas a servir de prostitutas".
Recordó que se cumple el 200 aniversario del nacimiento de Abraham Lincoln, responsable de la eliminación de la esclavitud en Estados Unidos, y alentó a "preguntarse con Mira si somos cómplices de este crimen y qué podemos hacer para ponerle fin".
UNDOC quiere reconocer con este nombramiento la labor de Sorvino a favor de las víctimas de esta práctica y la luz que arrojó sobre este delito la serie de televisión "Tráfico Humano" que la actriz protagonizó en 2005.
La serie que Sorvino protagonizó junto a Donald Sutherland y Robert Carlyle, producida por la cadena Lifetime de Estados Unidos, reflejó la realidad que hay detrás del negocio del tráfico y de la explotación sexual.
Sorvino encarnó a Nadia, una adolescente rusa de 16 años, engañada por las promesas de una agencia de modelos. La joven cae en una red de trata de blancas que la obliga a marcharse a Nueva York para trabajar en un burdel en condiciones infrahumanas.
El nuevo informe de UNDOC denuncia que la negligencia policial y la negativa de algunos gobiernos a reconocer la gravedad del drama del tráfico de personas socavan la lucha global contra un delito en crecimiento del que se desconoce sus verdaderas dimensiones.
Sus autores señalan que en 2006 solamente se rescataron a 21.400 víctimas de tráfico de personas, lo que representa menos del 1 por ciento de los dos millones de seres humanos que se sospecha son víctimas de este delito.
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