Este artículo se publicó hace 13 años.
La oposición libanesa hace caer al Gobierno de Hariri con la retirada de sus ministros
La oposición libanesa causó hoy la caída del Gobierno de unidad nacional de Saad Hariri con la retirada de sus ministros del Ejecutivo, en una crisis relacionada con el caso del asesinato del ex jefe de Gabinete Rafic Hariri en 2005.
El anuncio lo hizo el ministro de Energía y Agua libanés, Gebran Basil, miembro de la oposición parlamentaria, liderada por el grupo chií Hizbulá, en una rueda de prensa en Beirut transmitida por televisión.
"A pesar de que hemos hecho un último intento para recuperar la esperanza y la insistencia hemos decidido ceder el paso a la formación de un nuevo gobierno que pueda cumplir con los deberes que no cumple éste de garantizar la estabilidad y la justicia", dijo Basil.
Por ello, "los ministros (de la oposición) presentan su renuncia al Gobierno y piden que se forme un nuevo Ejecutivo lo antes posible", agregó.
A los diez ministros de la oposición que se retiraron del Ejecutivo, que cuenta con treinta carteras, se sumó un titular de Estado, Adnan al Sayed Husein, designado por el presidente, Michel Suleiman, informó la agencia de noticias oficial libanesa ANN.
Según la Constitución del Líbano, si un tercio más de uno de los ministros dimite, como es el caso, hay que formar un nuevo Ejecutivo.
En un comunicado, el ministro de Trabajo, Butros Harb, de la mayoría parlamentaria, avanzó que ahora el presidente del país "tendrá que publicar los decretos que anuncien la dimisión del Gobierno y otros para las concentraciones".
Además, Suleimán tendrá que consultar a los diputados sobre la persona que desea designar como primer ministro y quien obtenga más votos será el que ocupará el cargo y tendrá que formar un gabinete, que comprenda el mismo número de ministros cristianos y musulmanes.
El Ejecutivo que acaba de caer fue formado el 9 de noviembre de 2009, después de casi cinco meses de arduas negociaciones que permitieron a Saad Hariri formar su primer gobierno de unidad nacional.
El Gobierno estaba formado por treinta miembros: quince de la mayoría parlamentaria, diez de la oposición y cinco designados por Suleiman.
El anuncio de la oposición coincidió con la ausencia de Hariri del país que hoy se encontraba en Washington, donde se entrevistó con el presidente estadounidense, Barack Obama, para después partir hacia Francia.
El Líbano vivía un bloqueo institucional por el rechazo de la oposición a asistir a las reuniones del Gobierno hasta que no se tomara una decisión sobre el asunto de lo que ellos llaman "falsos testigos" en el caso del asesinato de Rafic Hariri, padre de Saad.
El Tribunal Especial para el Líbano, que investiga la muerte de Hariri en un atentado con coche-bomba el 14 de febrero del 2005, está a punto de emitir una acusación en la que podría inculpar a miembros de Hizbulá, que ya ha avanzado que lo rechazará.
Cuando comenzaron las pesquisas sobre el magnicidio, cuatro generales libaneses pro sirios fueron encarcelados durante cuatro años por el testimonio ofrecido por varios testigos, a quienes la oposición libanesa califica de "falsos".
Desde hacía meses, Siria, aliado estratégico de Hizbulá, y Arabia Saudí, que apoya a Hariri, mediaban para dar una salida a la crisis libanesa ante el temor de que se produjeran nuevos choques entre los partidarios de la mayoría y la oposición.
El pasado 7 de enero, Saad Hariri viajó a EEUU para reunirse con el rey saudí, Abdalá bin Abdelaziz, tras revelar la conclusión de un acuerdo entre Siria y Arabia Saudí para dar salida a la crisis del Líbano.
Sin embargo, anoche el dirigente de la oposición libanesa Michel Aoun reveló que la mediación sirio-saudí había llegado a un punto muerto.
Sobre ese asunto, Basil señaló en su declaración que los consejos y decisiones de Siria y de Arabia Saudí han sido "negligentes" y que, pese a que los miembros de la oposición han intentado ser positivos, "el mismo equipo que obstaculiza la toma de decisiones vinculadas a casos de ciudadanos se ha enfrentado" a ellos.
Tras esta decisión, "el país está en crisis", tal y como ha declarado el ministro Harb, para quien "no hay compromiso sobre la justicia y el Tribunal Especial para el Líbano".
Ahora las Fuerzas del 14 de marzo, como se conoce a la mayoría, esperan "el regreso del presidente Hariri para celebrar una reunión amplia y adoptar una postura oficial", agregó.
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