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Ordóñez propone subir el IVA y recortar deducciones

El Banco de España insiste en recetar moderación salarial para superar la crisis

V. ZAFRA / M. ALBA

Las tensiones crecientes de los mercados de deuda ante la incapacidad de los líderes europeos de llegar a un acuerdo para solucionar, aunque sea de momento, el problema griego ya ha llegado a las familias y a los hogares españoles. El Banco de España pone de manifiesto en su Informe Anual, publicado ayer, que el grifo de la financiación se está cerrando de nuevo por el agravamiento de la crisis de deuda soberana, especialmente para aquellos que tienen más difícil demostrar que van a devolver los créditos (es decir, principalmente los jóvenes y las pequeñas empresas).

El gobernador, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, entiende que la situación ha llegado a tal punto que está afectando a las posibilidades de crecimiento del país. El crecimiento 'muy débil' iniciado en 2010 está presionado ahora por la crisis de la deuda, asevera el gobernador en su discurso de presentación del informe, en el que califica la situación actual de la economía de 'compleja y exigente'.

Bruselas retira su recomendación de bajar cuotas sociales y subir impuestos

Y para lograr superarla, el gobernador va de nuevo por libre, por un camino muy diferente del Gobierno y los sindicatos, y paralelo en muchos puntos a los empresarios. Su receta es, por una parte, coordinación, esfuerzo y 'altitud de miras' de los gobernantes europeos y, por otra, más esfuerzo de los ciudadanos. Más ajustes para poder mejorar la competitividad del país y exportar más. Pero esos ajustes lloverían sobre mojado porque consistirían en moderar los salarios (que en España suban nada o menos que en el resto de países) y los precios e, incluso, elevar los impuestos de propiedad inmobiliaria y el IVA, sólo un año después de que se aplicara una subida de dos puntos en este tributo, y 'racionalizar las deducciones y exenciones' para reducir su coste.

Ya de partida, recibió un sonoro rechazo de la vicepresidenta del Gobierno, Elena Salgado, quien aseguró tajante: 'No vamos a subir el IVA'. A este respecto, la Comisión Europea retiró ayer su recomendación al Gobierno para que suba el IVA y baje las cotizaciones sociales. Lo ha dejado en una invitación genérica a explorar cambios en impuestos.

Además, el Informe del Banco de España, en su esfuerzo por convencer de que la moderación salarial es lo más adecuado, tiró de números y dijo que en el primer trimestre se han firmado en convenio subidas del 3% que pueden dificultar la recuperación de la competitividad y el empleo. Lo que no dijo es lo que el día anterior recordaba el líder de UGT, Cándido Méndez, que hay un porcentaje muy importante de convenios sin firmar a la espera de que se cerrara la reforma de la negociación colectiva. Los pocos que se han firmado, dijo, están generando una ilusión estadística.

Martín (AEB) cree que el debate es si Grecia abandona o no la zona del euro

No obstante, lo primordial para Ordóñez es que se apliquen más reformas estructurales y, por encima de todas ellas, la del mercado laboral 'para poner a cubierto a la economía española de cualquier incidente que pueda haber en la economía europea'. De nuevo muy alineado con la postura de la CEOE, el gobernador aboga por añadir más flexibilidad en la reforma de la negociación colectiva durante el trámite parlamentario 'para permitir a trabajadores y empresarios decidir lo que crean que es más conveniente para mejorar la competitividad y productividad de sus empresas'.

En una línea muy similar se manifestó el presidente de la patronal de banca (AEB), Miguel Martín, quien pidió una 'devaluación interna', es decir moderación de salarios y precios y más reformas estructurales. En resumen, Martín dijo que hace falta un programa global que permita que la economía crezca y se disipe la niebla que ahora sobrevuela toda Europa.

De esa forma, volvería a depender de sí misma y nunca tendría que pedir nada a los organismos internacionales, a diferencia de lo que ocurre con Grecia, que 'tiene una posibilidad absolutamente real de no poder pagar y eso puede ocurrir en cualquier momento', dijo. A su juicio, lo que se debate ahora no es su rescate, sino algo mucho más trascendente: si Grecia permanece en el euro o la expulsan.

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