Este artículo se publicó hace 14 años.
La OTAN lanza una gran ofensiva en Afganistán
Los marines estadounidenses lideraban el sábado la mayor ofensiva de la OTAN contra los talibanes en la provincia más violenta de Afganistán, en una prueba de la estrategia del presidente estadounidense Barack Obama.
Los marines aterrizaron con helicópteros en el distrito de Marjah, el último gran bastión talibán en la provincia de Helmand, al inicio de una campaña que espera imponer el control del Gobierno en áreas tomadas por los talibanes, antes de que Washington inicie el repliegue en 2011.
Dispararon al menos cuatro cohetes contra los milicianos que atacaron desde escondites cerca del bazar del pueblo. Horas después, el tiroteo era aún intenso. Hubo una víctima marine en la unidad en la que estaba empotrado un corresponsal de Reuters.
"Nos estamos desplazando para capturar nuestro objetivo. Hemos estado en contado durante cinco horas desde el suroeste, el norte y el este y nos estamos desplazando para acabar de asegurar las áreas todavía en manos de los insurgentes", dijo a Reuters el teniente Mark Greenlief.
El primer objetivo de los marines era hacerse con el centro del pueblo, para lo que llamaron a dos cazas Harrier que sobrevolaron una posición talibán en las afueras del pueblo y dispararon sobre los milicianos con ametralladoras.
Al igual que le ocurre a los alrededor de 100.000 habitantes de este distrito, las tropas estadounidenses, británicas y afganas participantes en la ofensiva se arriesgan a ser víctimas de las centenares de trampas mortales que se cree que han plantado los talibanes para frenar su avance.
Un comandante talibán, Qari Fazludin, dijo anteriormente a Reuters que tenían unos 2.000 combatientes dispuestos para luchar.
También en el sur de Afganistán, cinco soldados de la OTAN, tres de ellos estadounidenses, murieron el sábado en ataques con bomba en diferentes carreteras y en un tiroteo, informó la Alianza Atlántica en un comunicado. No está claro si murieron durante la ofensiva.
DESPLIEGUE DE 15.000 SOLDADOS
La estrategia del general estadounidense Stanley McChrystal, que está al mando de la misión de la OTAN y de EEUU en el país, se centra en capturar los pueblos y evitar el combate en zonas pobladas siempre que sea posible.
McChrystal ha insistido en la necesidad de evitar la muerte de civiles, y el número de no combatientes muertos por soldados de la OTAN ha caído desde que fue nombrado a mediados de 2009. Si hubiera grandes bajas civiles, podría acabar con las posibilidades del Gobierno afgano de lograr el respaldo de sus ciudadanos.
Las tropas de la OTAN recomendaron a los civiles permanecer en casa, y algunos optaron por abandonar Marjah.
"Las fuerzas internacionales deben adoptar ciertos procedimientos y mecanismos durante la operación en Marjah para proteger a los civiles", dijo en un comunicado el presidente afgano, Hamid Karzai.
En Marjah, el joven Abdel Aziz, de 16 años, decía a los marines a través de un traductor: "Todas las paredes entre las calles y las casas están rodeadas de bombas. La mayoría de la gente se ha ido a Lashkar Gah. Ahí es donde queremos ir hoy".
La ofensiva comenzó con oleadas de helicópteros llevando soldados estadounidenses a la ciudad en las primeras horas de la mañana. Las tropas británicas volaron a la zona norte, rodeando el distrito de Nad Ali, seguidas de tanques y unidades de ingenieros de combate.
"La primera fase de la operación está desarrollándose con mucho éxito. Los talibanes tienen el área cubierta con trampas explosivas, pero no ha habido ningún fuerte enfrentamiento aún", dijo el gobernador de Helmand, Gulab Mangal, en una conferencia de prensa.
"Hemos capturado 11 posiciones claves en el distrito y la resistencia de los insurgentes ha sido controlada", agregó.
La ofensiva de 15.000 soldados ha sido nombrada "Mushtarak" (unidos), para destacar que la OTAN y las fuerzas afganas están decididas a trabajar juntas para dar estabilidad a Afganistán.
Una gran parte de si el aparente éxito inicial se puede traducir en una solución más permanente a los milicianos podría depender de si el Gobierno consigue garantizar la estabilidad política y económica de largo plazo.
"Nuestro objetivo no es eliminar a los insurgentes, el objetivo es desarrollar la influencia del Gobierno central, salvaguardar a los civiles y proporcionar seguridad y estabilidad a largo plazo", dijo a los periodistas en Kabul el ministro de Defensa, Abdul Rahim Wardak.
Marjah ha sido durante mucho tiempo una zona de la insurgencia y una zona lucrativa para el cultivo de la amapola del opio. Afganistán produce más del 90 por ciento del opio ilegal del mundo, el ingrediente básico para fabricar heroína, una industria que las potencias occidentales dicen que financia a la insurgencia contra las tropas de la OTAN y el Gobierno afgano.
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