MADRID.- El vídeo con el que Greenpeace ha conseguido asaltar las redes esta semana, en el que la ONG ecologista alertaba de que Volkswagen maniobraba para aumentar las emisiones de sus motores cuatro años antes de que se destapara el escándalo de los propulsores diésel, no es ni mucho menos el único éxito viral de los activistas. 

Las ONGs pelean por hacer llegar sus mensajes al público en desigualdad de condiciones con las multinacionales con las que compiten. Sin tantos recursos como las grandes empresas a las que critica, los vídeos de Greenpeace son afilados y utilizan un marketing de guerrilla muy alabado por los especialistas publicitarios.

Además, muchos de ellos consiguen su objetivo: asustan lo suficiente a las compañías que no respetan el medio ambiente como para que éstas decidan abandonar sus conductas reprobables por miedo a perder la confianza de sus usuarios y consumidores. 

En este momento una de las principales campañas de la ONG se centra en concienciar a la población sobre los peligros que acechan al continente helado "El Ártico se derrite por el cambio climático y lo hace a pasos agigantados: en los últimos 30 años hemos perdido tres cuartas partes de su hielo. El Ártico funciona como un aire acondicionado global, y de él depende el clima del planeta", denuncian. Y señalan a su principal amenaza: Shell.

La petrolera planea hacer extracciones en el Ártico y busca la aprobación internacional para hacerlo. En su lucha por impedirlo, Greenpeace ha presionado incluso a las empresas que colaboren con Shell, como la juguetera danesa Lego.

Poco después del lanzamiento de esta campaña, que suma siete millones y medio de reproducciones en Youtube, Lego anunció que cancelaba sus relaciones comerciales con Shell. 

Otra de las grandes campañas de Greenpeace es la que combate la incesante deforestación del planeta. Al igual que en el caso del Ártico, la ONG señala directamente a las empresas que cree responsables. Nestlé, que utilizaba aceite de palma proveniente de Indonesia —donde se utilizan métodos de extracción altamente lesivos con los bosques que provocan la muerte de cientos de orangutanes cada año, que pierden su hábitat—, ha sido una de ellas.

Solo 60 días después de que este vídeo de denuncia se hiciese viral, Nestlé decidió cambiar la composición de sus productos y dejar de utilizar aceite de palma obtenido de manera no sostenible. 

Para esta misma causa, Greenpeace reclamó la ayuda de una de las parejas más conocidas de todo el mundo: Barbie y Ken.

La industria de la moda y sus actividades han sido otro de los objetivos de la ONG.