El paciente que fue sometido a un trasplante de cara el martes pasado está evolucionando 'muy, muy bien', ha desvelado Pedro Cavadas, jefe del equipo médico que realizó la intervención quirúrgica.

Cavadas se ha felicitado por el hito logrado: 'Es muy especial porque se trata del primer trasplante en el mundo de un segmento que incluye lengua, mandíbula y parte inferior de la cara'.

El cirujano ha dedicado buena parte de su intervención a pedir a los medios de comunicación que no traicionen el deseo, tanto del paciente como de la familia del donante, de preservar el anonimato: '¿Qué queremos, arruinarles la vida o ayudarles?', se ha quejado después de que 'se haya violado la intimidad del donante, algo tan sagrado como eso. Esto no beneficia a nadie. Creo que informativamente no tiene ninguna importancia y perjudica mucho a la familia de quien ha perdido un ser querido'.

'Se ha violado algo tan sagrado como la intimidad del donante'. 

De hecho, al doctor le 'consta' que la familia del donante está muy enfadada por la información que se publicó al respecto: 'Decir que están molestos es un eufemismo'. La familia está preparando acciones legales porque 'están muy muy muy molestos'. 'Moriré en el intento de preservar su intimidad. No se puede faltar al nivel de confianza que han puesto en nosotros. Para mí no hay nada sagrado en el mundo, esto sí', ha zanjado.

La revelación de datos 'sensibles' no es un problema menor, como ha explicado el cirujano. Podría darse el caso, por ejemplo, de que la familia de un posible donante 'se lo piense dos veces a partir de ahora si cree que detalles de la vida de su ser querido van a aparecer en los medios, lo que perjudicaría el sistema de donación de órganos en España, que está a la vanguardia en el mundo'.

'Aparte de que la ley de trasplantes lo prohíbe, les ruego, no les exijo porque no puedo, respeto absoluto a la decisión de un paciente que quiere un anonimato', ha insistido en su comparecencia, realizada junto al consejero de Sanidad de la Generalitat valenciana, Manuel Cerver.

Según ha explicado el cirujano, el paciente -'al que conocemos desde hace un año y pico' y que la radioterapia a la que se sometió por un cáncer le hizo perder parte de la cara- es un varón de 43 años que había perdido toda la parte inferior de la cara, desde las comisuras hasta la base del cuello (labio inferior, lengua, mandíbula), lo que hacía que 'su calidad de vida fuera muy mala'. 'Es  mucho más probable' que la evolución del paciente 'vaya bien a que no vaya  bien, aunque hay que ser cautos en el tiempo', ha subrayado.

El paciente deberá rehabilitar la masticación, el habla y la deglución

El paciente, que requiere medicación de por vida, no era capaz de comunicarse de forma inteligible. Durante 11 años no ha podido tragar. 'Ahora si podrá', ha explicado Cavadas.  'Debería recuperar el habla, la sensibilidad de la lengua, el sentido del gusto en parte de la lengua y sobre todo debería recuperar la dignidad humana, que todos la damos por supuesta'. Ya se ha visto en el espejo y, según Cavadas, 'está encantado'.

La habitual es que el paciente sufra una crisis de rechazo agudas, 'siempre ocurre', ha comentado el cirujano: 'Lo que pasa en este caso es que las crisis de rechazo, al ser un órgano que estás viendo, se puede diagnosticar mucho antes'.

Pese a que técnicamente se podría retrasplantar la cara si el paciente es incapaz de asumirla como propia, Cavadas ha expresado sus dudas de que fuera una buena decisión: 'No sería lo mismo'.

En relación al después de la intervención, el operado debe acometer la rehabilitación fisica y la psicológica. Está previsto que la psicológica sea relativamente sencilla ('es una persona que llevaba una vida mísera, cuando vea que tiene aspecto humano la rehabilitación psicológica ya está conseguida'), pero lo física será más compleja: hay que rehabilitar la masticación, que pueda hablar de nuevo y sobre todo hay que rehabilitar la deglución. 'Va a ser un procedimiento largo, pero es la sitaución que tenemos'.