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Padres obtienen beneficios de programas para dejar de fumar

Reuters

Por Kerry Grens

Uno de cada cuatropadres con niños pequeños responde a las intervenciones paradejar de fumar, lo que supera levemente la cantidad que abandonala adicción sin ayuda especial, que es uno de cada cinco padres.

Los autores de un nuevo estudio realizado en Estados Unidosopinan que esto debería alentar a los pediatras a aprovechar losencuentros frecuentes con los padres y tratar de que empiecenuno de esos programas.

"Dado que (los pediatras) pueden utilizar ese momento parahablar sobre la vulnerabilidad de los niños al humo del tabaco,proporcionarían el beneficio agregado de ayudar a ese grupo defumadores a abandonar la adicción", dijo el autor principal,doctor Jonathan Winickoff, profesor del Hospital General deMassachusetts y la Facultad de Medicina de Harvard.

El equipo de Winickoff combinó los resultados de 18 estudiossobre los programas de cesación tabáquica que utilizaron 7.000padres.

Esas intervenciones incluyeron medicamentos, consejería,materiales de autoayuda o alguna combinación de esas estrategiaspara dejar de fumar. La mayoría se administró en un hospital,una clínica infantil o el consultorio del pediatra.

En los 18 estudios, el seguimiento duró entre varios meses ymás de un año, y se determinó si los usuarios de lasintervenciones eran más propensos a dejar de fumar que losgrupos que no habían recibido ayuda adicional.

Sólo cuatro estudios demostraron que las intervencionespudieron mejorar la tasa de cesación tabáquica. Al combinartodos los resultados, el 23,1 por ciento de los padres tratadoscon las intervenciones pudo dejar de fumar, comparado con el18,4 por ciento del otro grupo.

En los estudios sobre los tratamientos farmacológicos, losusuarios de esas intervenciones fueron tres veces más propensosa dejar de fumar que los que no usaron medicamentos.

Según los autores, los beneficios de los programas decesación tabáquica fueron "modestos", pero Winickoff consideróque vale la pena utilizarlos.

"Son estudios de corto plazo. Hay etapas de cambio y devoluntad para dejar de fumar. Con el tiempo, todos los padrespodrán dejar de fumar", dijo a Reuters Health.

"Sabemos que demanda varios intentos", dijo Sue Curry,decana de la Facultad de Salud Pública de la University of Ioway que no participó del estudio. "Para mí, (el estudio) dice quenecesitamos tener expectativas realistas y asegurarnos decelebrar los éxitos de los fumadores que logran transitar elproceso", señaló a Reuters Health.

El análisis incluyó uno de los estudios de Curry, publicadoen la revista Pediatrics.

La investigación había revelado que las madres que recibíanuna guía para dejar de fumar y orientación personalizada yconsejería telefónica a cargo de enfermeras eran dos veces máspropensas a abandonar el hábito que si no recibían laintervención.

El estudio se realizó en una clínica pediátrica, que paraWinickoff es un buen lugar para trabajar con los hábitos de lospadres. Y dado que también van con frecuencia al consultorio delpediatra, estos deberían preguntarles si fuman y orientarlos.

Ayudar a los padres a dejar de fumar podría, segúnWinickoff, tener un impacto enorme en su salud y en la de loshijos.

Otro estudio publicado en la misma edición de Pediatricsdemuestra que los hijos de padres fumadores durante el embarazotendrían las paredes arteriales más gruesas, lo que estáasociado con un aumento del riesgo cardiovascular.

Fumar está "relacionado con la neumonía, el asma, el retrasodel desarrollo, el ausentismo, el deterioro dental, la muertesúbita infantil, la pérdida auditiva y muchas otrasenfermedades", dijo Winickoff.

FUENTE: Pediatrics, online 26 de diciembre del 2011

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