Este artículo se publicó hace 11 años.
Los países del sur buscan en la cumbre de la UE flexibilidad en la austeridad
Los líderes europeos se reúnen con el reto de encontrar maneras para estimular el crecimiento económico sin perder la disciplina presupuestaria que exigen países como Alemania y Holanda
Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea se reúnen este jueves y viernes en Bruselas, por primera vez en bastante tiempo con una menor presión de los mercados, con enfoques diferentes respecto a la austeridad y sobre cómo afrontar mejor los costes sociales de la crisis de deuda. La cumbre de dos días dará a los dirigentes de la UE una oportunidad para negociar las políticas presupuestarias, y hay señales de que a Francia, España y Portugal se les podría dar más tiempo para cumplir sus objetivos de déficit mientras mantienen las medidas para recortar la deuda.
Un comunicado acordado por los estados miembros antes de la reunión pedía centrarse en una "combinación adecuada de medidas sobre gastos e ingresos", una línea adoptada por algunos para pedir más flexibilidad de interpretación sobre la austeridad, aunque Alemania y otros países probablemente disputen esa interpretación.
A su llegada a otras reuniones antes de la cumbre, el primer ministro holandés Mark Rutte, defensor de un freno presupuestario estricto, dijo que la agenda necesariamente era diversa. "Hablaremos de crecimiento y empleo y de cómo combatir el deterioro económico actual en Europa", declaró a los periodistas. "Al mismo tiempo, (de) crear un consenso sobre el hecho de que necesitamos tanto aplicar los programas necesarios de austeridad como reformas estructurales para mejorar nuestras economías".
Después de tres años de combatir problemas que han obligado a rescatar a Grecia, Irlanda y Portugal y han dejado a España al borde, la cumbre es menos una reunión sobre la crisis y más una oportunidad para enfrentarse a las repercusiones de la agitación. El enigma que afrontan los líderes es cómo encontrar maneras para estimular el crecimiento económico sin perder la disciplina presupuestaria.
El presidente del Parlamento Europeo advirtió esta semana de que una generación de jóvenes se arriesgaba a perder la fe en Europa a menos que se dieran pasos rápidos para enfrentarse al desempleo y la recesión. Casi 27 millones de personas están desempleadas en la UE, un 11% de la población activa, y el impacto afecta particularmente a Grecia, España y algunas zonas de Italia y Portugal, donde uno de cada dos jóvenes están en paro. Eso tiene implicaciones sociales a largo plazo, pero también refleja profundas fisuras estructurales en economías de todo el sur de Europa, cuya productividad sufrirá durante años a menos que los costes laborales puedan ser reducidos y los jóvenes puedan encontrar empleo.
El descontento social amenaza al euroDestacados economistas dicen que la mayor amenaza a la supervivencia del proyecto de moneda única es ahora una implosión social, en lugar de factores bursátiles como los costes de deuda, que estuvieron en máximos entre 2010 y 2012. Gran parte del problema de la deuda se ha tratado con la promesa del Banco Central Europeo de hacer "lo que haga falta" para defender la moneda, bajando el rendimiento de los bonos. Ahora, los dirigentes de la UE están trabajando en cómo hacer frente a las repercusiones sociales.
Clemens Fuest, director del instituto económico alemán ZEW, advirtió el mes pasado que la recesión continuada y el alto desempleo en países como Grecia y España podría romper la estructura europea y llevar al colapso del euro. "Ese es realmente el escenario plausible actual de una ruptura de la unión monetaria", dijo a Reuters. "Podría ser perfectamente que en esos países en algún momento la población diga 'no creemos que las cosas mejoren'".
Preocupación por el bajo crecimientoEn su comunicado previo, los Veintisiete subrayaron su preocupación sobre el bajo crecimiento y el alto desempleo y se comprometieron a una "iniciativa para el empleo joven" que aparta casi 6.000 millones de euros para las regiones más afectadas de la UE en los próximos siete años.
Los analistas dicen que es muy poco para que tenga impacto, ya que representa apenas 100 euros por cada joven en paro en los 27 países de la Unión Europea. "6.000 millones nunca serán suficientes. Creo que 60.000 millones no habrán sido suficientes", dijo un alto cargo de la eurozona, decepcionado por la respuesta al problema. "Es nuestra respuesta política, no es una respuesta en esencia".
La dificultad para los líderes y responsables de la UE es encontrar una forma de equilibrar la necesidad de estimular el crecimiento y hacer que la moribunda economía europea se active otra vez, sin suavizar la necesidad de topes estrictos al gasto para mantener los déficit presupuestarios bajo control.
Olli Rehn, comisario europeo de Asuntos Económicos, que ha sido atacado por el premio Nobel de Economía Paul Krugman por adherirse con demasiada rigidez a la austeridad, dijo que había una manera de conseguir un equilibrio con crecimiento. "No hay una contracción real entre el crecimiento sostenible y la sostenibilidad de las finanzas públicas", dijo. "Tenemos que tener ambos objetivos en mente y eso es lo que el Consejo Europeo, confío, hará hoy".
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.