La lluvia y el frío deslucieron el lunes el estreno público en Taiwán de dos pandas procedentes de China, un regalo que Pekín espera que simbolice la mejora de las relaciones con Taipei.

El mal tiempo hizo que hubiera un número decepcionantemente escaso de gente cuando Tuan Tuan y Yuan Yuan, cuyos nombres juntos significan "reunión" en chino, fueron desvelados en el zoo de Taipei.

Visitantes decepcionados se quejaron de que fueron apremiados para que pasaran por delante del entorno creado para los pandas en cuestión de segundos, sin tiempo para hacer fotos, mientras los vendedores lamentaron que la venta de paraguas superó a la de recuerdos de los osos.

"Estamos un poco desilusionados", dijo una mujer apellidada Chen, que vino con su marido y su hija de dos años para ver a los pandas en el primer día del Año Nuevo Lunar. "Había mucha gente y no podías ver mucho. Simplemente estaban durmiendo".

No hubo tal decepción en China, sin embargo, que lanzó un gran despliegue mediático en el primer día de las vacaciones por el Año Nuevo, que duran una semana y suponen habitualmente un bajón en el flujo de noticias.

La estatal China Central Television (CCTV) emitió extensas informaciones desde el zoo, mientras que la agencia oficial Xinhua informó de que más de 1.000 personas hacían cola antes de que el zoo abriera, incluyendo un hombre que viajó desde un lugar situado a cuatro horas de distancia.

Los pandas llegaron a Taiwán a finales de diciembre, un símbolo de una mejora de las relaciones entre los tradicionales rivales políticos que llegaron a estar al borde de la guerra.

incluyendo gorras, bolsas, bolígrafos, globos, llaveros y muñecos -, pero muchos se quedaron sin vender ya que la multitud no alcanzó las expectativas.

"La economía va mal. Nadie quiere gastar dinero", se quejó un vendedor de muñecos de panda frente al zoo.

Un trabajador dijo que unas 10.000 personas habían venido a mitad del día, bastante por debajo de las predicciones anteriores de hasta 100.000 personas al día.