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Papá, ¿por qué somos del 'Atleti'?

Reuters

Muchos esperaban que un club madrileño jugase una final europea este año. La gran sorpresa es que ese club sea el Atlético de Madrid y no el Real Madrid.

La última remesa de gastos multimillonarios que hizo el Madrid el verano pasado respondía en parte a la posibilidad de ganar en su propio estadio la décima Copa de Europa en la final de la Liga de Campeones de este año, que se disputa el 22 de mayo.

En cambio, serán sus menos glamourosos vecinos los que redondeen la aventura europea que comenzó en la Liga de Campeones y va a terminar con un viaje a Hamburgo para jugar el miércoles contra el Fulham en la Liga Europa, la segunda competición europea de clubes.

Puede que los aficionados madridistas les miren por encima del hombro, pero los seguidores del Atlético de Madrid, hambrientos de éxito, están decididos a disfrutar del momento, acampando por la noche frente al estadio a temperaturas gélidas con la esperanza de conseguir una entrada.

¿Por qué, sin embargo, siguen apoyando a este club miles de seguidores en su envejecido estadio Vicente Calderón de 55.000 asientos, bajo el que pasa la M-30, cuando podrían estar viendo a Cristiano Ronaldo, Kaká y compañía en el lujoso y caldeado Bernabéu?

"No sé por qué, la verdad. No hay una explicación lógica", dijo a Reuters Miguel Ángel, un desempleado de 29 años, mientas hacía cola para conseguir entradas.

"En mi familia, sólo mi padre les apoya, los demás son del Madrid. Obviamente apoyar al Atlético es mucho más difícil, pero para nosotros no todo son títulos", añadió. "Se trata más de la pasión y el ambiente de los partidos. Con ellos (el Madrid) todo es dinero".

El ambiente más alborotado del Calderón, animado con apasionados cánticos, contrasta con el entorno menos bullicioso y más refinado del Bernabéu.

Si Miguel Ángel no consigue una entrada, tiene una segunda oportunidad de ver una final porque el Atlético también se juega el trofeo de la Copa del Rey contra el Sevilla una semana después.

UN MUSEO VACÍO

El museo del Atlético, en las entrañas del estadio, exhibe orgulloso los trofeos de sus nueve títulos de Liga, nueve Copas del Rey y la Copa Europea de 1962, pero los éxitos recientes escasean.

El Atlético ganó por última vez en 1996, cuando consiguió el doblete en la Liga y en la Copa del Rey, pero el descenso a Segunda División en 2000 durante dos años tuvo un efecto devastador en el prestigio y la mentalidad del club.

Problemas financieros, 11 entrenadores desde 2000 y el intento fallido de vencer a sus rivales locales durante 11 años han hecho mella en su pretensión de ser el tercer equipo de España por detrás del Madrid y el Barcelona.

Los aficionados madridistas disfrutan llamándolo "Patético de Madrid", y también se le llama "el pupas". A sus aficionados se les llama "los sufridores" y el club ayudó a perpetuar esta cultura "victimista" con una campaña publicitaria hace años donde un niño preguntaba a su padre: "Papá ¿por qué somos del Atleti?".

El hecho de que el 'Atleti' tenga ahora 48.000 abonados de temporada indica que la campaña podría haber tocado una fibra sensible.

"Están locos", dijo el propietario de una cafetería cercana al estadio decorada con la parafernalia atlética. "En un momento se quejan y amenazan con tirar su abono, pero aún así vuelven, y al minuto siguiente están felices y muy emocionados".

"La diferencia con el Real Madrid es que el Atlético es más de extremos. El Madrid es más consistente", dijo, antes de susurrar para que otros clientes no le oyeran, que en realidad, él es del Madrid.

"Los negocios son los negocios", dijo con una sonrisa. "Espero que el éxito del 'Atleti' continúe. Dos partidos a la semana es bueno para nosotros".

ALARMANTE INCONSTANCIA

La alarmante inconstancia de los rojiblancos ha sido patente esta temporada. Son el único equipo que ha ganado al Barcelona en Liga, y aun así perdieron en casa ante el humilde Xerez.

En octubre despidieron al técnico Abel Resino tras un pobre inicio de temporada y con el tiempo las cosas han ido mejorando bajo el mando de su relevo, Quique Sánchez Flores.

Miguel Ángel le atribuía el mérito del inesperado éxito que está teniendo el club a final de temporada.

"Quique ha cambiado las cosas", dijo. "Ha hecho que jugadores como Reyes y Perea jueguen bien otra vez y Forlán está marcando goles. Ésa ha sido la principal diferencia".

Al preguntarle si creía que el equipo ganaría una o las dos copas, se encogió de hombros.

"Es posible. Con este equipo, cualquier cosa es posible", dijo.

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