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El Papa dice que la falta de esperanza es el mal de la sociedad moderna

EFE

El papa Benedicto XVI dijo hoy, en la tradicional ceremonia del "Te Deum" con motivo del fin de año, que la falta de "esperanza y confianza" en la vida constituye el mal "oscuro" de la moderna sociedad occidental.

Benedicto XVI ofició en la Basílica de San Pedro un "Te Deum" de acción de gracias por el año que hoy termina, como es habitual la tarde de cada 31 de diciembre, una tradición que inició Pablo VI.

La esperanza fue uno de los aspectos tratados por el Papa en su homilía y constituye también el tema central de su reciente encíclica "Spe Salvi" (Salvados en la esperanza).

El Papa indicó que en la actualidad se ve "ese déficit de esperanza y confianza en la vida, que constituye el mal 'oscuro' de la moderna sociedad occidental".

De esta manera sintetizó los "múltiples desafíos" ligados al consumismo y el secularismo.

Benedicto XVI indicó además que "no pocos, sobre todo jóvenes, son atraídos por una falsa exaltación, o mejor, profanación del cuerpo y por la banalización de la sexualidad".

Durante la homilía, recordó las palabras finales del himno del Te Deum -"Señor, tú eres nuestra esperanza, no estaremos confundidos eternamente"- que son, dijo, "un grito de fe, de confianza total en Dios".

Cristo es "nuestra esperanza fiable", afirmó el Papa y pidió a Dios que haga de cada persona "un auténtico fermento de esperanza" para que se pueda construir "un futuro mejor".

El Papa también pidió al Señor que ayude "con su misericordia" a las personas y familias en cuyas vidas "pesan graves carencias y pobreza" que les impiden "mirar al futuro con confianza".

Sin embargo, señaló que "no faltan las luces y los motivos de esperanza por los que implorar la especial bendición divina y pidió al Señor: "guarda y protege a tus hijos que son tu herencia".

El Papa se refirió a la comunidad diocesana, que está comprometida en dar una respuesta a la "gran emergencia educativa", es decir, "la dificultad que se advierte para transmitir a las nuevas generaciones los valores base de la existencia y un recto comportamiento".

La Iglesia intenta hacer frente a dicha emergencia "sin clamores, con confianza paciente", en primer lugar en el ámbito de la familia. En este sentido, el Papa calificó de "reconfortante" el ver que el trabajo iniciado en estos años por parroquias y asociaciones para la pastoral familiar "se sigue desarrollando y da sus frutos".

Benedicto XVI pidió al Señor protección para las crecientes iniciativas misioneras que implican a un número "notable" de jóvenes, los cuales asumen "en primera persona la responsabilidad y la alegría del anuncio y el testimonio del Evangelio".

Las personas que en los últimos decenios se han consagrado al sacerdocio fueron recordadas también por el pontífice, en especial en la diócesis de Roma, en la que 28 diáconos esperan la ordenación sacerdotal, prevista para abril.

El Papa se refirió durante la homilía a la Virgen María, con motivo de la celebración de las primeras vísperas de la solemnidad de María Santísima Madre de Dios.

Una "mujer singular", que fue llamada a realizar una misión que le dio una relación totalmente "única" con Cristo, porque "María es la madre del Salvador", recordó.

Con la celebración del "Te Deum", el Papa cerró su agenda de actos públicos para este año.

Benedicto XVI iniciará mañana el 2008 con una misa en la basílica de San Pedro y dará un mensaje con motivo de la Jornada Mundial de la Paz, que la Iglesia católica celebra cada uno de enero.

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