Este artículo se publicó hace 14 años.
El Papa impuso el anillo a los cardenales y dijo que la Iglesia busca la paz y la justicia
El papa Benedicto XVI impuso hoy a los 24 nuevos purpurados el anillo cardenalicio, el otro signo -junto al capelo- de los Príncipes de la Iglesia, durante una misa solemne en la que subrayó la misión de la Iglesia para transformar la tierra y que germine en ella la paz y la justicia.
En el día en el que la Iglesia conmemora la fiesta de Cristo Rey, Benedicto XVI pronunció en la basílica de San Pedro una homilía en la que dijo que su ministerio está basado en la fe en Cristo y que por ello su labor es "difícil", ya que "no se alinea" con la manera de pensar de los hombres.
"Es difícil este ministerio, ya que no se alinea con el modo de pensar de los hombres, esa lógica natural que por otra parte permanece siempre activa en nosotros", señaló el Obispo de Roma, que agregó que creer en Cristo "transforma toda la vida".
Subrayó que el Papa y los cardenales deben estar "profundamente unidos, "bajo la guía del Sucesor de Pedro (él) para trabajar "sólo pensando en la Cruz, lo que no es fácil ni descontado".
"En esto tenemos que ser compactos, ya que nos une una idea, una estrategia, el amor por Cristo. Por eso, en el anillo que os entrego, sello de vuestro pacto nupcial con la Iglesia, está la imagen de la crucifixión y por ese motivo el color de vuestro hábito alude a la sangre, símbolo de la vida y del amor", dijo el Papa a los nuevos purpurados.
En una atmósfera solemne, Benedicto XVI agregó que el Primado de Pedro (el suyo) es estar "totalmente" al servicio de Jesús, para que su Reino se difunda en la tierra "y la transforme y haga que germine en ella la paz y la justicia".
Tras la homilía y ante unas siete mil personas que llenaban el templo, procedió a la imposición de los anillos.
"Recibe este anillo de la mano de Pedro y sepas que con el amor del príncipe de los Apóstoles se refuerza tu amor hacia la Iglesia", pronunció el Papa en latín mientras colocaba el anillo a cada uno de los 24 cardenales, encabezados por Angelo Amato, prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos.
Los cardenales recibieron el anillo arrodillados y después besaron el anillo del Papa.
Una vez recibido el capelo y el anillo, los cardenales tomarán posesión en las próximas semanas de las iglesias de Roma que les ha asignado el Papa, que simbolizan la participación de los purpurados en el cuidado de la Ciudad Eterna, de la que él es Obispo.
Los nuevos cardenales son el arzobispo emérito castrense español José Manuel Estepa Llaurens, 84 años; el ecuatoriano Raúl Eduardo Vela Chiriboga, 76 años, arzobispo emérito de Quito, y el brasileño Raymundo Damasceno Assis, 73 años, arzobispo de Aparecida.
Los otros son, además, de Amato, Robert Sarah, Presidente del Consejo Pontificio "Cor Unum"; Raymond Leo Burke, Prefecto del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica y Kurt Koch, Presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos.
También Mauro Piacenza, Prefecto de la Congregación para el Clero; Velasio De Paolis, presidente de la Prefectura para los Asuntos Económicos de la Santa Sede y Gianfranco Ravasi, presidente del Consejo Pontificio para la Cultura.
Asimismo, Antonio Naguib, Patriarca de Alejandria de los Coptos (Egipto), Francesco Monterisi, arcipreste de la basílica papal de San Pablo Extramuros, de Roma; Fortunato Baldelli, Penitenciacio Mayor y Paolo Sari, vice Camarlengo de la Santa Romana Iglesia.
De las archidiócesis repartidas por el mundo han sido nombrados los arzobispo Medardo Joseph Mazombwe, emérito de Lusaka (Zambia) y Laurent Monsengwo Pasinya, de Kinshasa (República Democrática del Congo).
También, Paolo Romeo, de Palermo (Italia), Donald William Wuerl, de Washington (EEUU); Kazimier Nycz, de Varsovia; Albert Malcolm Ranjith, de Colombo (Sri Lanka) y Reinhard Marx, de Múnich (Alemania).
Además de Estepa, Benedicto XVI ha nombrado a otros tres octogenarios: Elio Sgreccia, italiano, presidente emérito de la Pontificia Academia para la Vida; Walter Brandmüller, alemán, presidente emérito del Pontificio Comité de Ciencias Históricas y Domenico Bartolucci, italiano, Director emérito de la Capilla Musical Pontificia "Capilla Sixtina".
Ayer les impuso el capelo, en una ceremonia en la que les advirtió que en la Iglesia "nadie es dueño" y que quien quiera "ser grande y el primero" será "esclavo de todos, el servidor de todos".
Con estos nombramientos, el Colegio Cardenalicio queda formado por 203 purpurados, de los que 121 pueden participar en un eventual cónclave para la elección del Papa al tener menos de 80 años.
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