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El Papa pide en el Domingo de Ramos una vida de sacrificio

Reuters

El Papa Benedicto XVI pidió el domingo a los católicos que contemplen una vida de sacrificio y renuncia, un mensaje con ocasión del Domingo de Ramos que pronunció ante una multitud festiva que portaba palmas y ramas de olivos.

En un servicio religioso en el que se conmemora la entrada de Jesucristo en Jerusalén una semana antes de su crucifixión, el Papa Benedicto XVI se refirió a sus propias experiencias para subrayar su mensaje a los fieles que llenaron la Plaza de San Pedro bajo un cielo soleado.

"Una vida de éxito sin sacrificio no existe", dijo el pontífice, sentado bajo un dosel frente a la basílica y ataviado con un hábito rojo, blanco y dorado.

"Si echo la vista atrás en mi vida personal, tengo que decir que los momentos en los que dije 'sí' al renunciamiento fueron los más grandes e importantes de mi vida", añadió.

Juan Pablo II murió después de la Semana Santa de 2005 -, Benedicto XVI encabezó una procesión de cardenales y obispos que llevaban palmas entrelazadas a mano en la plaza de San Pedro en el comienzo de las celebraciones.

El Domingo de Ramos marca el comienzo de la Semana Santa, con ocho días que llevan al Domingo de Resurrección, en el calendario litúrgico más intenso de la Iglesia católica.

En Semana Santa, el Papa presidirá las dos misas que recuerdan la última cena de Cristo con los apóstoles, incluyendo una en la que el pontífice lavará y secará los pies de 12 hombres.

En Viernes Santo, llevará a cabo dos servicios que conmemoran la crucifixión de Cristo, entre ellos una procesión de Vía Crucis en torno a las ruinas del Coliseo de Roma.

Benedicto XVI presidirá luego la misa de la noche de Pascua el sábado y cerrará la semana con las celebraciones del Domingo de Resurrección en la Plaza de San Pedro, donde pronunciará su bendición y mensaje anual Urbi et Orbi (a la ciudad y al mundo).

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