Este artículo se publicó hace 15 años.
El Papa se reúne con el presidente de Camerún y miembros de otras confesiones
Benedicto XVI se reunió hoy con el presidente de Camerún, Paul Biya, en la segunda jornada del Papa en este país, durante la cual también se entrevistará con los obispos cameruneses y con representantes de otras confesiones cristianas.
Benedicto XVI acudió al Palacio de la Unidad de Yaundé, sede de la presidencia de la República, donde fue recibido por Biya, con quien departió durante unos minutos. Después se incorporaron a la reunión la esposa del mandatario, Chantal, y sus hijos, para la foto de familia e intercambio de regalos.
El Obispo de Roma regaló a Biyá, católico, como el 26,7 por ciento de los cameruneses (unos cuatro millones), un mosaico de San Pablo, inspirado en un fresco del siglo XVI que se conserva en la basílica de San Pablo Extramuros de Roma.
La obra ha sido realizada por el Estudio de Mosaicos del Vaticano, siguiendo la misma composición utilizada desde hace siglos.
El Pontífice acudió a ver a Biya acompañado por secretario de Estado de la Santa Sede, el cardenal Tarcisio Bertone, quien además se reunió con el primer ministro camerunés.
Desde el Palacio de la Unidad, el Papa se trasladará a la iglesia de Cristo Rey, en el barrio de Tsinga, donde se reunirá con los 30 obispos del país, encabezados por el arzobispo de Yaundé y presidente de la conferencia episcopal del país, Simon Victor Tonye Bakot.
Por la tarde, el Pontífice celebrará las vísperas de la festividad de San José, que es además su onomástica (se llama Joseph) en la basílica de María Reina de los Apóstoles en el barrio de Mvolye, junto a los obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas y representantes de otras iglesias cristianas.
Se espera que a las vísperas asistan unas 30.000 personas, aunque no se descarta que esa cifra se doble o triplique teniendo el cuenta el apoteósico recibimiento que ayer le dispensaron los cameruneses.
Decenas de miles de personas, un millón, según fuentes de la iglesia católica local, se echaron a las calles para aclamar al Pontífice, el segundo Papa que pisa Camerún, después de que Juan Pablo II lo hiciera en 1985 y 1995.
A Benedicto XVI se le vio feliz y contento por el recibimiento y no dudó incluso en algún momento romper el protocolo para acercarse a los presentes.
El Papa hizo el recorrido desde el aeropuerto hasta la Nunciatura (embajada del Vaticano), donde se aloja, pasando por el centro de Yaundé, en el "papamóvil", en medio de los aplausos, cánticos y bailes de los presentes, ataviados con multicolores vestidos.
Con motivo de la visita, miles de mujeres visten un vestido con la foto del Papa y frases sobre la visita.
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