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Papandreu: El plan fiscal griego necesita el apoyo de estímulos

Reuters

La austeridad de Grecia para restaurar la salud fiscal del país sólo funcionará si se combina con medidas para estimular el crecimiento y la inversión, dijo el lunes el primer ministro, Georgios Papandreu.

La economía griega, que se contrajo un dos por ciento el año pasado, caería un cuatro por ciento en 2010 y un 2,6 por ciento en 2011, contracciones que están alineadas con los planes de reducción de déficit fiscal desde el 13,6 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) al tres por ciento en 2013.

Los partidos opositores de Grecia y algunos economistas están preocupados de que el drástico ajuste del cinturón fiscal acordado a cambio de un paquete de créditos de emergencia de 110.000 millones de euros de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI) pueda hundir aún más a la economía.

Los temores a que los recortes de déficit en Grecia y en otros países de la zona euro perjudiquen el crecimiento económico fueron la principal razón de que el euro cayera a sus mínimos de cuatro años el lunes, aunque posteriormente se recuperó para operar estable contra el dólar.

"Este programa de ahorros era la única manera de evitar la amenaza de una quiebra del Estado", admitió el primer ministro al diario alemán Handelsblatt.

"El programa puede ser sostenible sólo si estimulamos la inversión y el crecimiento", agregó.

Las masivas y a veces violentas protestas callejeras contra los recortes de sueldos y las alzas de impuestos han golpeado a la capital griega y los sindicatos llamaron a una huelga general y a una gran manifestación para el 20 de mayo.

El coste social probablemente suba con las medidas de austeridad.

Papandreu reconoció que el programa de austeridad del Gobierno, impuesto como condición para el rescate de la UE y el FMI, podría ocasionar una profunda recesión, pero insistió en que el plan es alcanzable.

"Creo que podemos implementar nuestro programa. Pero debemos asegurar que los más débiles de nuestra sociedad no caigan al abismo", comentó. "No podemos empujar a nuestro pueblo por debajo de la línea de la pobreza".

"Parte de nuestro programa de ahorro es por lo tanto una red de seguridad. Eso costará dinero, pero tenemos que hacerlo", añadió.

De acuerdo con el diario Financial Times, el Gobierno alemán está presionando a los demás países de la zona euro para que adopten estrictas normas fiscales, que estén en línea con la ley de presupuesto balanceado de Berlín, que prohíbe que el Gobierno alemán tenga un déficit de más del 0,35 por ciento del PIB para 2016.

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