Los electores paraguayos podrán hacer historia hoy si confirman los pronósticos de una victoria en las elecciones presidenciales del ex obispo Fernando Lugo, que terminaría con 61 años de gobierno del Partido Colorado.

Algo más de 2.860.000 electores están habilitados para participar en las quintas elecciones generales libres desde el derrocamiento, en febrero de 1989, del dictador Alfredo Stroessner.

Las votaciones se realizarán entre las 07.00 y 16.00 horas locales (11.00 y 20.00 GMT) en 232 distritos del país, que serán vigilados con una reforzada dotación de policías y militares para prevenir eventuales brotes de violencia.

El propio jefe de Estado, Nicanor Duarte, advirtió esta semana de la llegada al país de agitadores presuntamente de Ecuador, Bolivia y Venezuela y aseguró que allegados de Hugo Chávez apoyan al ex obispo católico Fernando Lugo.

Los principales candidatos para suceder a Duarte son, además del obispo suspendido "a divinis" por el Vaticano, la ex ministra de Educación del actual Gobierno Blanca Ovelar y el general retirado Lino Oviedo, quienes disputan el segundo lugar de las encuestas, que desde hace 15 días no se pueden divulgar.

"La Policía Nacional, las Fueras Armadas, en un segundo nivel, estarán vigilantes para preservar el orden (y) garantizar los espacios de participación en las zonas urbanas del Paraguay profundo", afirmó el gobernante la víspera de las votaciones.

Según el Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE), en Asunción y en el vecino departamento de Central registran 1,1 millones de electores, después los sigue Alto Paraná (este), con más 260.000, mientras que los de menor peso son los noroccidentales de Alto Paraguay (7.774) y Boquerón (18.841).

En Paraguay, donde el sufragio es obligatorio y se prevé multa para quien no lo haga, sólo se puede votar en territorio nacional, por lo que en los últimos días miles de emigrantes en Argentina han llegado al país, según los medios, en su mayoría para apoyar al opositor Lugo.

Analistas y observadores internacionales, entre ellos la jefa de la misión de la Organización de Estados Americanos (OEA), la ex canciller de Colombia María Emma Mejía, han coincidido en que de los comicios debe surgir un nuevo mapa político debido a la variedad de ofertas.

En un país donde el poder se lo disputaban tradicionalmente el Partido Colorado y Liberal Radical Auténtico (PRLA), que en esta ocasión respalda al ex obispo, en las elecciones del domingo presentan listas 18 partidos y 11 movimientos políticos.

Varios partidos y la gran mayoría de los movimientos han surgido en torno a la candidatura de Lugo, quien en los once años en el obispado rural de San Pedro se destacó por su trabajo a favor de los pobres, por lo que se le ha identificado con la Teología de la Liberación.

El ex clérigo ha logrado unir en la Alianza Patriótica para el Cambio (APC) al PLRA, representante tradicional de la derecha paraguaya o la izquierdista Movimiento Tekojojá (igualdad, en guaraní).

El PLRA, el más combativo durante la dictadura de Stroessner -quien ocupó más de 35 años de gobierno colorado-, renunció a un candidato propio y su presidente, el médico Federico Franco, es el aspirante a la Vicepresidencia con Lugo.

El TSJE tiene previsto divulgar los datos preliminares que recibirá de todo el país a primeras horas de la noche, aunque la alianza "luguista" reiteró que no reconocerá esos datos.

La legislación prohíbe la divulgación de los sondeos a boca de urna hasta una hora después del cierre de la votaciones, mientras que las misiones de observadores han recomendado a los candidatos que no se autoproclamen vencedores y que esperen a los resultados preliminares oficiales.

Los otros candidatos presidenciales son Pedro Fadul, del Partido Patria Querida (PPQ), segunda fuerza de oposición; Horacio Galeano Perrone, del Movimiento Teta Pyahú (MTP, Patria Nueva, en español), y Julio López, del Partido de los Trabajadores (PT).