La secretaria de Estado francesa de Derechos Humanos, Rama Yade, afirmó hoy que su país no es partidario del boicot a los Juegos Olímpicos de Pekín, aunque pidió a China que aclare los eventos de los últimos días en Tíbet.

Ante las demandas de no acudir a los Juegos formuladas por algunas personalidades francesas, Yade señaló en la radio "Europe 1" que esas medidas "pocas veces han sido eficaces a lo largo de la historia".

Sin embargo, hizo un llamamiento solemne a las autoridades chinas para que aclaren "lo antes posible" los "preocupantes acontecimientos" que han tenido lugar en los últimos días en Tíbet, escenario de manifestaciones de monjes budistas y de represión.

Además, solicitó que "los manifestantes pacíficos que han sido encarcelados sean liberados".

Las manifestaciones más sanguinarias que ha vivido Tíbet desde 1989 se han saldado con un balance de diez muertos, según Pekín, y ochenta, según el Gobierno tibetano en el exilio.

A cinco meses del inicio de los Juegos de la capital china, estos eventos han provocado que políticos e intelectuales franceses pidan el boicot de la cita olímpica.

Es el caso del filósofo Bernard-Henri Lévy, quien señaló que la represión de los tibetanos se suma al "abofeteo" de los derechos humanos que se vive a diario en China, por lo que pidió el boicot.

El ex ministro socialista Jack Lang criticó el "seguidismo" de las autoridades francesas y la "cobardía de la comunidad internacional" en el caso del Tíbet y pidió que Francia se sume a otros países para boicotear los Juegos.