Este artículo se publicó hace 15 años.
A París y Berlín no les gusta el borrador del G-20, dice Sarkozy
El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, dijo el miércoles que ni su país ni Alemania están satisfechos con las propuestas actuales de un acuerdo para la cumbre que el G-20 celebra en Londres, y advirtió de que no aceptará ningún "compromiso falso".
Los líderes del G-20 y los países emergentes tienen a partir del miércoles en Londres una cita anunciada como un punto de inflexión en los esfuerzos por enfrentarse a la peor crisis económica desde la década de 1930.
Hay una fuerte presión para alcanzar un acuerdo, pero han surgido divisiones entre Estados Unidos y Reino Unido por un lado y los países de Europa continental por otro respecto al equilibrio entre un estímulo financiero adicional y la necesidad de mayor regulación.
Sarkozy no repitió explícitamente una amenaza de abandonar la reunión, pero dijo que no participaría en ningún intento por soslayar propuestas firmes de cambio.
"No seré cómplice de una cumbre que concluya con un comunicado de compromisos falsos que no aborden los temas que nos preocupan", dijo Sarkozy en una entrevista a radio Europe 1.
"La regulación está en el corazón del debate que vamos a sostener durante estas horas", declaró el mandatario francés.
Sarkozy, quien tiene previsto reunirse con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y será coanfitrión junto a Alemania de una cumbre de la OTAN esta semana, dijo que París y Berlín no está contentos con las propuestas que se han puesto sobre la mesa hasta ahora.
Los dos países han estado presionando para que haya más actuaciones contra los paraísos fiscales, insistiendo en que deberían ser identificados y avergonzados si no ceden a la presión para poner fin al secreto bancario, pero Sarkozy dijo que el acuerdo aún parecía lejano.
"Hasta el día de hoy, no hay un acuerdo firmado", declaró el presidente francés. "La conversación está avanzando, hay proyectos sobre la mesa. Tal como están las cosas en este momento, esos proyectos no satisfacen a Francia o a Alemania", agregó.
Sarkozy dijo que cualquier abandono sería una admisión de que la reunión no había logrado producir un acuerdo, pero señaló que tenía la esperanza de que se llegara a un pacto.
"La política de asiento vacío marcaría un fracaso, que sería el de la cumbre", expresó Sarkozy.
"No quiero pensar que llegaremos a eso. Anoche a última hora hable por teléfono con (la canciller alemana Angela) Merkel. Estamos exactamente en la misma frecuencia. Tenemos y llevaremos adelante una visión europea sobre valores que son de nuestro continente", afirmó el mandatario.
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