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Los partidos británicos, en dura pugna por el poder

Reuters

Los liberales-demócratas británicos dijeron el martes que las conversaciones para formar gobierno habían entrado en una fase decisiva tras el sorprendente anuncio del primer ministro laborista, Gordon Brown, de que renunciará para facilitar la formación de una coalición de centroizquierda.

El anuncio de Brown, realizado el lunes, interrumpió los esfuerzos de los conservadores de centroderecha, que alcanzaron el mayor número de escaños en las elecciones parlamentarias de la semana pasada, por alcanzar un acuerdo de gobierno con los liberales- demócratas.

No está claro qué camino tomarán los liberales-demócratas, que fueron terceros en los comicios tras los laboristas.

Con unos mercados y votantes ansiosos por terminar con la incertidumbre política, el líder liberal-demócrata, Nick Clegg, dijo que las conversaciones entraron en una "última fase crítica".

"Estoy tan impaciente como cualquiera por seguir adelante con esto, por resolver los asuntos de una forma u otra", dijo a los periodistas.

Por su parte, el líder conservador David Cameron dijo que era un "momento de decisión" para los liberales-demócratas.

Después de la primera ronda de conversaciones formales entre laboristas y liberales-demócratas, que duraron hasta la hora de almuerzo, una fuente laborista dijo que las negociaciones "constructivas" habían puesto en evidencia algunas diferencias respecto a la difícil situación fiscal.

Reino Unido se está recuperando de su peor recesión desde la Segunda Guerra Mundial, con un récord en déficit presupuestario que los analistas creen que sólo podrá ser controlado con un gobierno fuerte y estable.

Cameron y Clegg también se reunieron el martes y los equipos de negociación de ambos partidos reanudaron las discusiones por la tarde.

A las 14:00 GMT, el index FTSE 100 de las principales acciones había caído en un 1,8 por ciento, la libra esterlina estaba inestable y la deuda del Gobierno británico obtuvo un rendimiento menor frente a su equivalente alemán, mientras la incertidumbre rondaba el mercado.

"El mercado quiere una conclusión y mientras no tengamos una conclusión, el mercado seguirá nervioso", dijo un operador de bonos del Gobierno, con sede en Londres.

Por otra parte, el organismo de supervisión de mercados financieros de Francia dijo que Londres no debía depender de la ayudar de la UE ante una crisis financiera.

"Muy probablemente los ingleses van a verse afectados dadas las dificultades políticas que tienen. Ayúdense a sí mismos y el cielo les ayudará", comentó a la radio Europe 1 Jean-Pierre Jouyet, quien fue ministro de Asuntos Europeos entre 2007 y 2008.

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