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El Pentágono matiza el plazo de la retirada de Afganistán

El secretario de Defensa admite que el calendario que anunció Obama tendrá que ser revisado en diciembre de 2010. La operación militar costará casi un millón por cada soldado enviado

ISABEL PIQUER

La primera batalla de la nueva iniciativa de Barack Obama en Afganistán se jugó ayer en el Congreso estadounidense cuando la secretaria de Estado, Hillary Clinton, el responsable de Defensa, Robert Gates, y el jefe del Estado Mayor Conjunto, el almirante Mike Mullen, rebatieron las duras críticas de unos senadores preocupados por la logística de la operación, desplegar 30.000 soldados en seis meses, la financiación del coste adicional de la guerra, 30.000 millones de dólares, y la fecha tentativa de repliegue.

Hubo momentos de tensión y muchas preguntas en la comparecencia en el Senado del trío destacado por la Casa Blanca para defender la propuesta articulada la noche anterior por el presidente estadounidense en West Point cuando anunció el envío de nuevas tropas y puso plazo al inicio paulatino de una retirada, julio de 2011.

'Poner fecha da una idea equivocada a los enemigos', critica McCain

Los conservadores criticaron sobre todo la idea de un plazo predeterminado. El despliegue acelerado tiene una 'lógica incoherente', dijo el senador republicano por Arizona y ex candidato presidencial, John McCain. 'No tiene sentido anunciar una fecha, da una impresión equivocada a nuestros enemigos'.

El secretario de Defensa respondió que julio de 2011 era una fecha provisional y que a finales de 2010 se llevaría a cabo una primera estimación de los resultados del despliegue para determinar la viabilidad del calendario. 'Nuestro plan es empezar la transición en julio de 2011', declaró Gates matizando el discurso de Obama, 'si las circunstancias lo dictan, pero creo que, como ya he dicho, el presidente siempre tiene la libertad de ajustar sus decisiones'.

Los demócratas también se sumaron a los ataques. 'No sé si el rápido despliegue de un contingente tan grande de fuerzas de combate estadounidenses sin el número adecuado de fuerzas de seguridad afganas cumple la misión' de la propuesta presidencial, declaró el senador demócrata por Michigan y presidente del Comité de las Fuerzas Armadas.

La Casa Blanca quiere transferir las competencias 'lo más rápido posible'

Los demócratas se mostraron sobre todo preocupados por la financiación de una operación que debería costar un millón por soldado.

David Obey, representante por Wisconsin, que ha propuesto un impuesto adicional para costear la iniciativa, estimaba el gasto total en 90.000 millones y dudaba de su eficacia. 'Sin instrumentos adecuados no se puede hacer nada y los instrumentos de los que disponemos son los gobiernos de Afganistán y Pakistán, que están muy debilitados'.

Impertérrito, Robert Gates aseguró que la escalada militar que llevará la presencia estadounidense en Afganistán a más de 100.000 soldados a principios de verano, tiene básicamente tres objetivos: 'mantener' el amago de infraestructura afgana; 'construir' una fuerza de seguridad local capaz de luchar contra los talibanes; y 'transferir' las competencias los más rápidamente posible.

El secretario de Defensa también reiteró que la intención de EEUU no es quedarse en Afganistán, ni siquiera crear una democracia como propuso George Bush en su momento. Las tropas se centrarán en misiones antiterroristas que no por ser locales dejarán de tener consecuencias a más amplia escala. 'Aunque Al Qaeda está ahora bajo presión y depende mucho de los talibanes y de otros grupos extremistas, el éxito talibán reforzaría el mensaje de Al Qaeda en el mundo islámico'.

Clinton insistió en las operaciones civiles. 'Queremos desarrollar el sector agrícola, el sector fundamental de la economía afgana, que ayudará a crear empleos, a reducir los fondos del cultivo de la adormidera y a evitar que recluten insurgentes'.

'Desarrollar la agricultura ayudará a crear empleos', dice Clinton

En su discurso en West Point, Obama hizo suya una guerra heredada. Por primera vez en ocho años indicó un posible final, rebatió las comparaciones con Vietnam, 'una lectura falseada de la historia'; y criticó la política de su predecesor, 'cuando asumí la presidencia, sólo teníamos a 32.000 soldados estadounidenses en Afganistán, comparados con 16.000 en Irak. Los comandantes pedían más medios para luchar contra los talibanes, pero los refuerzos nunca llegaron', dijo Obama.

'Afganistán no está perdido pero en estos últimos años ha experimentado un retroceso', reconoció el presidente ante el mar de uniformes grises de los cadetes de la academia militar al definir una estrategia basada en 'un esfuerzo militar para crear las condiciones de una transición; un esfuerzo civil que respalde acciones positivas; y una asociación más efectiva con Pakistán', que se convierte en el elemento central de la lucha contra Al Qaeda.

Hablando al Gobierno de Hamid Karzai, el mandatario habló de una cooperación más dura: 'Los esfuerzos deben basarse en resultados. Los días de los cheque en blanco han terminado'.

Después de tres meses de debate interno con la cúpula militar y civil, 'no he tomado esta decisión a la ligera', confesó Obama, 'me opuse a la guerra de Irak precisamente porque creo que debemos limitar el uso de la fuerza militar y siempre tengo en cuenta las consecuencias a largo plazo de nuestras acciones'.

Los insurgentes talibanes en Afganistán desafiaron ayer a los refuerzos militares que desplegará EEUU en ese país y aseguraron que sólo “provocarán una mayor resistencia” rebelde contra las fuerzas norteamericanas. El portavoz talibán Qari Yusuf Ahamdi declaró a la agencia France Presse: “Obama verá llegar a América muchos féretros procedentes de Afganistán. Su pretensión de controlar el país por medios militares no se hará realidad”.

Por otra parte, un comandante talibán, que no se identificó pero dijo pertenecer al Consejo Superior de la provincia de Wardak, aseguró a la BBC que sus fuerzas multiplicarían sus ataques contra los soldados estadounidenses. “Obama está enviando más tropas a Afganistán y eso significa que morirán más americanos. Con un puñado de recursos podemos causarles todavía más bajas y muertos”, aseguró a la emisora británica.Además, un comunicado talibán emitido en lengua pashtún calificó de “trampa” para calmar a la opinión pública de EEUU la fecha marcada para el inicio de la retirada e ironizó que la llegada de más tropas permitirá a los insurgentes matar a más estadounidenses.

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