El presidente de Israel, Simón Peres, concedió hoy al líder del partido conservador Likud, Benjamín Netanyahu, dos semanas más para que forme el nuevo gobierno, informaron medios locales.

La concesión del plazo se produjo a petición de Netanyahu, que pretende realizar un último intento de asociar al Partido Laborista, de Ehud Barak, a la mayoría parlamentaria que ha comenzado a aglutinar para integrar el ejecutivo.

Netanyahu cuenta ya con el acuerdo del partido de extrema derecha Israel Beitenu, de Avigdor Lieberman -quien se encargaría de la cartera de Asuntos Exteriores-, y se encuentra en negociaciones para asociar también a formaciones ultraortodoxas.

Barak ha expresado su disposición a integrar a los laboristas en esa mayoría parlamentaria pero dirigentes de su partido se muestran reacios a esa posibilidad por considerar que el nuevo gobierno tendrá un marcado carácter de derecha radical.

Principal partido de la izquierda israelí, el Partido Laborista es la cuarta fuerza política del país tras obtener en los comicios del pasado 10 de febrero trece diputados, el peor resultado electoral de su historia.

Las elecciones fueron ganadas por el partido centrista Kadima, de Tzipi Livni, que logró 28 diputados frente a los 27 del Likud, pero Peres encargó a Netanyahu la formación del nuevo gobierno por contar con más apoyos parlamentarios.

Antes de sondear a Barak, Netanyahu intentó integrar en el nuevo ejecutivo a Kadima, pero Livni declinó esa posibilidad por ser partidaria de la negociación para crear un Estado palestino, algo que el líder del Likud rechaza de plano.