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¿Toda persona con dolor torácico necesita una prueba de esfuerzo?

Reuters

Por Kerry Grens

A las personas que acuden auna sala de emergencias quejándose de dolor torácico no les estáayudanda mucho hacerse una prueba de esfuerzos, según un nuevoestudio.

Un estudio demuestra que la mayoría de los pacientes recibenun resultado negativo en lo que se conoce como test de esfuerzo,pero que a pesar de ese resultado anormal rara vez recibentratamiento o sufren un infarto más adelante.

Los tests de esfuerzo miden cómo el corazón bombea sangrecuando una persona está en movimiento, a diferencia de cuantoestá en reposo. Los pacientes suelen caminar en una cinta orealizar otro tipo de ejercicio mientras están conectados a undispositivo que registra la actividad cardíaca.

Los resultados "demuestran algo que pensábamos: que quizáspedimos demasiadas pruebas de esfuerzo", dijo el doctor TroyMadsen, profesor de la Facultad de Medicina de la University ofUtah, quien no participó del estudio.

El equipo del doctor Srikanth Penumetsa, que publica losresultados en Archives of Internal Medicine, analizó lashistorias clínicas de unos 2.100 pacientes internados en dosaños en el Centro Médico Baystate, en Springfield,Massachusetts.

A siete de cada 10 pacientes se les realizó un test deesfuerzo y el 12 por ciento de ellos obtuvo un resultadoanormal. De los 184 pacientes que tuvieron resultados anormales,a 23 se les pidió una prueba de seguimiento y 10 pacientesnecesitaron un "bypass" cardíaco o un "stent" para mantener unaarteria abierta.

La mayoría de estas pruebas de seguimiento fueronangiogramas, en los que se introduce un tubo por vaso sanguíneoy se administra una tintura para visualizar las aterías conrayos X.

A Madsen le sorprendió que no se le realizara ese test a unamayor cantidad de pacientes.

Penumetsa señaló que no todos los pacientes necesitan unangiograma después de obtener un resultado anormal en el test deesfuerzo y "por lo tanto, esa cifra no debería haber sido másalta".

Un mes después de ser dado de alta del hospital, sietepacientes tuvieron un infarto. A tres de ellos se les habíarealizado un test de esfuerzo.

Penumetsa cree que los resultados demuestran que hacer unaprueba de esfuerzo no reduce el riesgo de sufrir un infarto enlos 30 días siguientes.

"Dado que el test de esfuerzo no demostró reducir el riesgode tener un infarto, no hay necesidad de realizarlorutinariamente antes del alta del paciente", escribió el autorpor correo electrónico.

Existe inquietud de que la pesquisa de la enfermedadcardíaca y otros trastornos lleve a un excesivo diagnóstico ytratamientos innecesarios (ver noticia de Reuters Health del 9de febrero del 2012 y del 23 de mayo del 2011).

"Sin embargo, en nuestro estudio, muy pocos pacientes conresultados positivos recibieron alguna intervención", dijoPenumetsa, quien recordó que el temor de los médicos a losjuicios influiría en sus decisiones terapéuticas.

FUENTE: Archives of Internal Medicine, online 7 de mayo del2012.

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