Este artículo se publicó hace 14 años.
El petróleo vertido en Golfo de México amenaza las costas de Luisiana, en EEUU
Una enorme mancha de petróleo vertido por una plataforma que se hundió en el Golfo de México acechaba hoy a las costas de Luisiana amenazando con provocar lo que el Gobierno de Estados Unidos ha calificado como "una catástrofe nacional".
El canal de televisión de Luisiana WWLTV informó que algunas primeras manchas débiles de la marea negra habían llegado al anochecer a las cercanías de la boca del río Misisipi en un avance que amenaza el delicado ambiente de vida salvaje de la región y una de las más importantes de alimento marino del país.
WWLT dijo que los primeros indicios de la mancha sobre la costa fueron detectados por un helicóptero de la Guardia Costera en la zona de Plaquemines.
Añadió que se temía que las barreras instaladas para impedir el embate del crudo y proteger las playas tendrían poco éxito debido a que en las últimas horas las olas en la zona alcanzaban más de un metro y medio de altura.
El embate contaminante del crudo se hizo inminente pese a los esfuerzos para impedirlo encabezados por la Guardia Costera y la petrolera British Petroleum (BP) en una tarea a la que el jueves se unieron los pescadores de la región.
El vertido comenzó el pasado día 20 tras una explosión e incendio de una plataforma de British Petroleum que, tras hundirse, comenzó a derramar miles de barriles de crudo.
La plataforma Deepwater Horizon, que se encontraba a unos 75 kilómetros de la costa, se incendió y se hundió dos días después.
Fuentes oficiales indicaron que en estos momentos el pozo submarino donde se encontraba la plataforma está derramando diariamente unos 5.000 barriles de petróleo, cinco veces más de lo que se creía inicialmente.
Ante la situación el presidente de EE.UU., Barack Obama, ordenó que la secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, el secretario de Interior, Ken Salazar, y la administradora de la Agencia de Protección Ambiental, Lisa Jackson, viajen hoy a la costa del golfo.
Un comunicado de la Casa Blanca indicó que inspeccionarán las operaciones dirigidas a minimizar el peligro ambiental en las áreas afectadas.
También recorrerán la zona por vía aérea para supervisar las tareas de contención que puso en marcha BP y reunirse con las autoridades estatales y locales.
Además, recibirán un informe sobre las pesquisas acerca de la explosión que causó la muerte de 11 trabajadores que se encontraban en la plataforma el pasado día 20.
La irrupción del crudo sobre el delta del río Misisipi podría ser un desastre no sólo para el hábitat ecológico sino también para la industria pesquera y turística de la región.
Tan sólo en Luisiana la marea negra podría afectar hasta a 400 especies animales y vegetales en las delicadas marismas costeras, según han advertido las autoridades.
Pese a los esfuerzos, el portavoz de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), Charles Henry, admitió el jueves que tal vez "sea demasiado tarde para impedir que el crudo llegue a las costas de Luisiana"
La mancha negra no sólo amenaza a ese estado sino que también podría alcanzar a los de Texas, Misuri, Alabama y Florida, cuyos gobernadores recibieron el jueves una llamada telefónica de alerta de parte del presidente Obama.
Según medios locales de información, el desastre de la plataforma podría ser similar y hasta superior al provocado por el petrolero Exxon Valdez que derramó 11 millones de galones de crudo tras encallar en la bahía Prince William, en Alaska en 1989.
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