Este artículo se publicó hace 14 años.
El PIB europeo se frena por los recortes de gasto público
La recuperación se ralentiza en el tercer trimestre, con un avance del 0,4%
La recuperación de la economía europea se ralentizó en el tercer trimestre, como consecuencia del menor vigor de Alemania y por el efecto de las medidas de ajuste fiscal impulsadas en todo el continente para atajar el déficit público.
Según la agencia estadística comunitaria, Eurostat, tanto en los 27 países de la UE como en los 16 socios del euro, el PIB creció entre julio y septiembre un 0,4% respecto a los tres meses anteriores, cifra que contrasta con el avance del 1% registrado en el segundo trimestre.
Además, la tasa es inferior al 0,5% que había vaticinado la Comisión Europea. En términos interanuales, el PIB avanzó un 1,9% en la zona del euro y un 2,1% en el conjunto de la UE. Alemania, la locomotora económica europea, creció un 0,7% intertrimestral, cifra muy alejada del espectacular (e inesperado) avance del 2,3% registrado entre abril y junio, una tasa récord debida, en gran parte, al vigor de las exportaciones, que en el tercer trimestre se vieron penalizadas por la apreciación del euro. Pese a la desaceleración registrada entre julio y septiembre, Berlín confía en acabar el año con un crecimiento interanual del 3,7%, el mayor desde 1991.
"Ya sabíamos que el crecimiento no sería tan fuerte como en el segundo trimestre", dijo la portavoz comunitaria Amelia Torres, para quien las cifras muestran, sin embargo, que "la situación sigue mejorando" y va "por buen camino". No obstante, señaló, hay "diferencias entre países" y se mantienen "ciertas incertidumbres, en particular en los mercados financieros", en alusión a la delicada situación de Irlanda, cuyo PIB del tercer trimestre aún no está disponible.
Aún en recesiónCon los datos publicados, y a la espera de que Dublín publique su estadística trimestral, sólo un país europeo, Grecia, continúa en recesión técnica (dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo). La economía helena retrocedió entre julio y septiembre un 1,1% intertrimestral y acumula ya ocho trimestres consecutivos de retrocesos.
Grecia es el ejemplo más palpable del efecto de los planes de ajuste fiscal, tras el durísimo recorte de gasto público aprobado en mayo pasado, cuando el país tuvo que ser rescatado por los socios del euro y el Fondo Monetario Internacional (FMI). Portugal (también en la mira de los mercados por sus problemas para refinanciar su deuda pública) registró en cambio (y contra todo pronóstico) un avance intertrimestral del 0,4%.
Además de Grecia, otros dos países europeos registraron tasas negativas de crecimiento en el tercer trimestre: Holanda (cuyo PIB retrocedió un 0,1%) y Rumanía (-0,7%). España se libró por poco, al registrar un estancamiento, tal y como confirmó esta semana el Instituto Nacional de Estadística (INE).
De entre las otras grandes economías europeas, Francia repuntó un 0,4% intertrimestral (frente al 0,7% del anterior trimestre), mientras que Italia registró un avance del 0,2% (0,5% en los tres meses anteriores). Reino Unido, por su parte, ralentizó su recuperación hasta crecer un 0,8% entre julio y septiembre, frente al 1,2% del segundo trimestre.
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