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Piden de 15 a 18 de cárcel para Beyrie como cómplice en el atentado de Roses

EFE

La Fiscalía pidió hoy una pena de 15 a 18 años de cárcel para la etarra Laurenxa Beyrie por complicidad en el atentado cometido en la localidad de Roses (Girona) el 17 de marzo de 2001, que causó la muerte de un policía y heridas de consideración a otras dos personas.

"Laurenxa Beyrie es cómplice de este atentado" porque "entregó el coche bomba" en Perpiñán a los autores materiales del atentado junto a Ainhoa Múgica Goñi, entonces corresponsable del aparato militar de ETA, destacó el fiscal Christophe Teissier.

En su requisitoria ante el Tribunal Especial de lo Criminal de París, que juzga a esta etarra de nacionalidad francesa desde el pasado día 9, Teissier justificó la pena solicitada porque "los hechos son de una extrema gravedad".

El representante del Ministerio Público insistió en la validez de las declaraciones de los autores materiales del atentado, Eider Pérez Aristizábal y Aitor Olaizola Baseta, en las que reconocían que habían sido Múgica Goñi y Beyrie quienes les habían proporcionado el vehículo ya cargado de explosivos la misma mañana del atentado en Perpiñán.

Negó validez a las alegaciones de malos tratos que ambos afirmaron haber sufrido tras ser detenidos, y que han sido "el único medio de defensa" de Beyrie durante este proceso.

El fiscal señaló que las explicaciones de los dos autores materiales del atentado sobre la implicación de Beyrie "fueron perfectamente coherentes" con los otros elementos que sirvieron para la condena en la Audiencia Nacional de Madrid de Pérez Aristizábal y Olaizola Baseta, y además se han visto "confirmadas" con la "cantada" de la primera, que se encontró en un piso franco de ETA.

Teissier recordó que en esa "cantada" -procedimiento utilizado por los etarras que son arrestados para dar cuenta a la dirección de la banda de las circunstancias y las consecuencias de su detención- encontrada en Castres (sur de Francia) no se hacía ninguna alusión a malos tratos y, de haber existido, Pérez Aristizábal "no hubiera dejado de hacer mención de torturas".

Pero más allá de las confesiones de la pareja que colocó el coche bomba junto al hotel Montecarlo de la localidad de la Costa Brava, el representante de la Fiscalía hizo notar que otras pruebas materiales han puesto en evidencia que Beyrie estaba en "contacto directo" con los dos responsables del aparato militar de ETA, Múgica Goñi y José Antonio Olarra Guridi.

Se refirió, entre otros, a que el coche bomba se había robado en febrero de 2001 en Tarbes, una ciudad donde Beyrie había alquilado pocos meses antes un piso y un garaje para la organización terrorista.

Antes de la requisitoria declararon ante el tribunal cuatro testigos de la defensa, la primera Helène Castel, una psicoterapeuta que estuvo como interna en la misma cárcel que Beyrie en 2004 y que dijo que, al conocer a la ahora juzgada, le extrañaría que recurriera a la violencia.

También intervino como testigo un amigo de la familia de Beyrie que dijo conocerla desde niña, y que denunció una "voluntad de criminalizar a los militantes" independentistas vascos.

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