Este artículo se publicó hace 14 años.
Piñera pone a "los 33 de Atacama" como ejemplo para todos los chilenos
El presidente de Chile, Sebastián Piñera, puso hoy a los 33 obreros atrapados en una mina de Atacama como un ejemplo de unidad, coraje y perseverancia a seguir por sus compatriotas para superar los problemas del país.
"Como país tenemos tantos problemas que enfrentar que estoy seguro que sabremos hacerlo, como hemos afrontado este rescate", dijo el mandatario en una improvisada declaración a los pocos minutos de que el primero de los obreros, Florencio Ávalos, recuperase la libertad tras 69 días de permanecer enterrado a 700 metros de profundidad.
"Al igual que las víctimas del terremoto (del 27 de febrero) y que los que trabajan en la reconstrucción, (los mineros) demuestran que cuando Chile se une en la adversidad somos capaces de grandes cosas. Ojalá que su ejemplo se quede siempre con nosotros", añadió.
Piñera agradeció a Dios, los rescatistas y los propios mineros por el éxito de la operación que ya ha permitido recuperar sanos y salvos a los dos primeros obreros: Florencio Ávalos y Mario Sepulveda.
"En esta operación de rescate hemos mostrado lo mejor de nosotros mismos", enfatizó el presidente.
Piñera anunció que en el lugar que hoy ocupa el llamado "campamento Esperanza" se erigirá un memorial para que las futuras generaciones recuerden esta hazaña.
Además, aseguró que el yacimiento San José y otras minas en donde se han repetido los accidentes laborales no volverán a operar "hasta que no garanticen que la vida y la seguridad de sus trabajadores están resguardadas".
"Un país que quiera ser desarrollado debe cuidar a sus trabajadores, que merecen una protección que muchas veces en el pasado no han tenido", manifestó.
El mandatario reveló que el primero de los mineros en salir a la superficie, Florencio Ávalos, le expresó la gratitud que él y sus 32 compañeros sienten hacia todo el país por el compromiso asumido para su localización y rescate.
"Estaba emocionado y agradecido con Chile, me lo expresó con palabras, con lágrimas en los ojos y con un abrazo muy apretado", confesó el presidente, quien enfatizó que "el mundo entero no olvidará jamás esta noche".
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