Este artículo se publicó hace 15 años.
La pinza contra España
Paradojas de la crisis económica
Fíjense ustedes en esta paradoja: España es el país que en términos de paro y déficit público más ha sufrido la crisis económica interna y la crisis financiera internacional y, sin embargo, es una de las naciones que antes va a abandonar su programa de estímulo, que también ha sido mayor que el resto de los países de la eurozona.
Mientras los grandes países europeos (Alemania, Francia, Italia y otros) van a posponer la aplicación de planes restrictivos desde el punto de vista fiscal, España ya los ha anunciado para el presupuesto 2010. ¿Es el precio de asumir la presidencia de la Unión Europea el 1 de enero próximo? En otros términos, ¿carecía de toda credibilidad ejercer esa presidencia con un déficit fiscal del 9,5%, seis puntos y medio por encima del tope del PIB que permite el Pacto de Estabilidad y Crecimiento sin formalizar un compromiso para bajarlo?
La lupa de las agencias se sitúa ahora sobre España
Sea así o no, es lo cierto que después de la destrucción salvaje de empleo que se ha operado en la economía española (el paro ha subido en 2,2 millones de personas entre la Encuesta de Población Activa del cuarto trimestre de 2007 y la del tercer trimestre de 2009), un ajuste más veloz que el de otros países, "cortesía de una inesperada flexibilidad económica", según escribe Daniele Antonucci, analista de Morgan Stanley, la política económica del Gobierno español comienza a sufrir el fuego cruzado de la Comisión Europea, el Banco Central Europeo, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y las agencias de calificación internacionales.
Hay un antes y un después en estas presiones. El 9 de diciembre pasado, al mantener la máxima calificación, la triple A, de la deuda pública española y otros dieciséis países, el director ejecutivo del departamento de Riesgo Soberano de la agencia Moodys, Pierre Cailleteau, hacía una advertencia. "En 2010, los gobiernos triple A con problemas presupuestarios se encontrarán bajo presión para anunciar planes fiscales creíbles y, si los mercados empiezan a perder la paciencia, para aplicarlos". Irlanda y Grecia eran los eslabones más débiles de la cadena. La lupa se sitúa ahora, y lo hará durante los próximos meses, sobre la economía española. En el caso de España, parece que son las agencias las que están perdiendo la paciencia.
Hay una razón, si se pregunta directamente, y es sencilla: las agencias estiman que las cifras aportadas por el equipo de Pedro Solbes en enero pasado, cuando ya era posible intuir lo mal que iba la economía, y la marcha de la ejecución en el ejercicio 2009 nada tienen que ver. Ergo, se fían menos.
En el caso de España, parece que son las agencias las que están perdiendo la paciencia
En una frase citada muy a menudo, Tolstoi escribe al comenzar su narración en Ana Karenina: "Todas las familias felices se parecen; cada familia infeliz es infeliz a su propia manera". En otros términos, la crisis económico-financiera mundial en curso tiene raíces similares, pero para la familia infeliz española, por seguir a Tolstoi, presenta sus rasgos específicos.
Este matiz es fundamental. Y hablando de comienzos de novelas, el Gobierno comenzaba así su propuesta a la conferencia de presidentes autonómicos celebrada el pasado lunes: "La economía española ha vivido un ciclo de quince años de crecimiento ininterrumpido que se ha visto truncado por la irrupción de la crisis mundial" He aquí en esta frase una versión renovada de la negación de la crisis. ¿No es hora ya de admitir sin ambages que el pinchazo de la burbuja de la vivienda y del crédito en España recibió con los brazos abiertos la crisis financiera internacional?
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.